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El autor confeso de la masacre de Oslo acusa en un «manifiesto» publicado en Internet al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, de rendirse ante los musulmanes y de haber llegado al poder gracias a Al Qaeda.

En el escrito de 1.500 páginas, titulado «2083. Una declaración de independencia europea» y conocido, Anders Behring Breivik carga en repetidas ocasiones contra Zapatero, al que llama «comadreja apaciguada», y contra alguna de sus políticas en las últimas dos legislaturas.

Asegura que España «ha olvidado su pasado» de reconquista y que Zapatero «ha rendido el país a los musulmanes y a la inmigración masiva» desde que accedió a la Moncloa y ha provocado un «efecto llamada» conocido en toda Africa y parte de Asia.

Defensa

Además, apunta que al nombrar ministra de Defensa «a una mujer embarazada», en referencia a Carmé Chacón, el presidente español se burló de sus fuerzas armadas dando a entender «que no tenía intención de defenderse» frente a los musulmanes.

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Breivik escribe también que los socialistas españoles tienen la «fantasiosa visión» de «convertir Europa en una utopía de multiculturalismo postmoderno».

En el manifiesto, terminado al parecer horas antes del doble atentado que acabó con la vida de 93 personas, el autor confeso de la matanza de Oslo cita en al menos 92 ocasiones a «España», a la que se refiere extensamente cuando trata de reescribir la Historia desde una perspectiva «islamófoba».

Además de a Zapatero, nombra al socialista Juan Fernando López Aguilar por unos comentarios sobre la Constitución Europea; al popular Gustavo de Arístegui, del que dice «que es un poco demasiado flojo», y a la ex vicepresidente, María Teresa Fernández de la Vega, a la que define como maestra de la corrección política.

Sobre la banda terrorista ETA, el autor asegura que es una «entidad hostil por defecto» para sus planes de conquistar Europa, pero asegura que «no se tomarán medidas» contra ella hasta que su hipotético grupo de seguidores, a los que denomina «caballeros justicieros nacionalistas», hayan tomado el control «político y militar» de España.

Además, hace un repaso de la escena política española de «ultraderecha», a la que califica de «muy fragmentada e inestable», y cita a Falange Española, España 2000, Alianza Nacional, Democracia Nacional, Fuerza Nueva, Plataforma per Catalunya y al Partido de Acción Demócrata Española.