Barcaza con 166 personas procedentes de Libia arribada a Lampedusa el pasado día 13 de mayo. | STR - STR - EFE - EPA/ ANSA

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Entre 200 y 270 emigrantes que huían del conflicto en Libia en un pesquero que embarrancó cerca de las costas tunecinas desaparecieron en el mar, mientras otros 570 pudieron ser rescatados, según informó ayer la agencia oficial tunecina TAP.

Los emigrantes clandestinos, en su mayoría subsaharianos, huían del conflicto libio con la intención de llegar a Italia cuando el barco en que viajaban sufrió una avería y quedó varado a 20 millas de las islas Kerkenah, cerca de las costas de Sfax, la segunda ciudad de Túnez.

La Guardia Marítima tunecina con el apoyo del Ejército intentaba desde el miércoles rescatar a los ocupantes del barco, pero el mal tiempo y la poca profundidad de las aguas donde había embarrancado complicaron las labores de rescate.

El pesquero transportaba más de 800 personas, según informó la agencia tunecina, que el miércoles había cifrado en 700 los ocupantes.

Pánico

Fuentes de los guardacostas tunecinos indicaron a la TAP que, durante las operaciones de rescate, algunos pasajeros sufrieron un ataque de pánico, lo que provocó una estampida a bordo del barco.

Decenas de personas se arrojaron al mar en un intento de llegar a nado hasta las embarcaciones que intentaban socorrerles, pero muchas de ellas no lo consiguieron y se encuentran desaparecidas.

Las mismas fuentes indicaron que las condiciones meteorológicas, con fuertes vientos y lluvias, dificultaron enormemente las labores de rescate.

Un primer grupo de 193 supervivientes fue transportado al puerto de Sfax y evacuado posteriormente al campo de refugiados de Chucha, situado junto al puesto fronterizo con Libia de Ras el Jedir, mientras que se preveía hacer lo mismo con otras 385 personas que pudieron ser rescatadas.

Entre los pasajeros del barco había varias mujeres y niños, según indicó el médico tunecino Monji Slim, que colaboró en las tareas de rescate.

El pesquero alertó de su avería la noche del martes a la Guardia Marítima tunecina, que, con la ayuda de efectivos militares, consiguió suministrar algunos alimentos y mantas a los pasajeros.

Las labores de salvamento se complicaron debido al mal tiempo y a que el barco quedó varado en aguas poco profundas, lo que impidió a buques de envergadura acercarse al mismo para socorrer a las víctimas.

Los equipos de rescate utilizaron pequeñas lanchas neumáticas para acercarse al pesquero e intentar rescatar a los pasajeros.