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El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, ha defendido hoy la «impecable» gestión de Rodrigo Rato al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y ha dicho que el informe que critica a este organismo por minimizar los riesgos de la crisis no debe empañar su «prestigio».

En rueda de prensa en la sede del PP, González Pons ha señalado que el porqué exista o no ese informe del FMI «serán probablemente cuestiones internas» del organismo.

Tras señalar que la gestión de Rato al frente del FMI se le agradeció y le reconoció como una de las «grandes eminencias de la economía internacional», el portavoz del PP ha considerado que la auditoría conocida ayer no debe empañar el prestigio nacional ni internacional del que fuera vicepresidente económico con el Gobierno de José María Aznar.

Preguntado por si cree que este informe desmonta las críticas del PP al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por no haber reconocido antes la situación de crisis en la que se encontraba España, González Pons ha dicho que prever o no la crisis es cuestión de tener «mayor o menor ojo», mientras que «mentir es cuestión de no tener escrúpulos».

«Zapatero nunca tiene la culpa de nada. Es un político que todos los días acaba de tomar la primera comunión ayer. Ahora hay un informe del FMI que también le quita la responsabilidad», ha ironizado el vicesecretario del PP, quien ha insistido en que «no haber sido capaz de prever la crisis no es lo mismo que mentir sobre ella».

Dura crítica a la 'etapa Rato'

El Fondo Monetario Internacional (FMI) fue incapaz de presagiar la crisis en los años previos porque, en gran medida, siguió la corriente general de «pensamiento uniforme», sin plantearse riesgos de vulnerabilidad financiera, según un informe interno divulgado hoy.

El documento de la unidad de evaluación independiente del Fondo, que examina el periodo 2004-2007, en el que Rodrigo Rato estuvo al frente, añade que esa entidad multilateral confió «en exceso» en la solidez de las grandes instituciones financieras y respaldó el comportamiento imperante en los principales centros financieros globales.

«El elevado nivel de pensamiento uniforme, la captura intelectual y en general la percepción de que una gran crisis en las grandes economías avanzadas era improbable» impidieron al FMI ver la tormenta que se avecinaba, destaca el estudio elaborado por la unidad interna de evaluación independiente (IEO) del organismo.

La «débil» gobernabilidad interna y una cultura que desalienta el pensamiento crítico jugaron también un papel fundamental en la citada falta de previsión, añade el estudio.

El informe llegó a la conclusión de que el FMI ofreció «pocas señales de advertencia claras» sobre los riesgos y vulnerabilidades asociadas con la crisis que se generó entre 2004 y 2007.

«Los riesgos asociados con el auge inmobiliario y las innovaciones financieras se minimizaron, al igual que la necesidad de regulaciones más robustas para hacer frente a esos riesgos», subraya el análisis.

Moises Schwartz, director de la IEO, indicó en un comunicado que el FMI ya ha dado «algunos pasos» para mejorar su papel de guardián de la salud económica del planeta.

Pero el Fondo, advirtió Schwartz, necesita ir más allá y realizar «reformas adicionales en su cultura, prácticas y gobernabilidad» para estar mejor preparado para lidiar con desafíos futuros.

El informe añade que el FMI debe aclarar los «papeles y responsabilidad» del Consejo Ejecutivo, integrado por 24 directores que representan a los países miembros, así como los del equipo directivo del Fondo y los empleados de mayor nivel en el escalafón.

La IEO también hizo hincapié en la necesidad de modificar las estructuras institucionales y los incentivos para impulsar una mejor valoración de los riesgos, la colaboración interna, la claridad en los mensajes y la capacidad del Fondo para desafiar los puntos de vista de los países, sobre todo los de las economías más grandes.

El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, agradeció a la IEO sus «muchas ideas constructivas», y recordó que el Fondo ya entonó en su momento el «mea culpa» por no haber advertido de la crisis lo suficientemente pronto y de forma efectiva.

Destacó que las recomendaciones de la unidad de evaluación independiente coinciden con las reformas puestas en marcha por el FMI para lograr una entidad «más receptiva y flexible».

«El objetivo de la agenda de reforma que se está implementando consiste precisamente en redoblar la vigilancia y la financiación para la estabilidad sistémica», destacó Strauss-Kahn.