Multitudinario funeral por los ocho estudiantes asesinados en Israel por las milicias terroristas de Hamás. Foto: REUTERS/GIL COHEN MAGEN

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OTR/PRESS

Dos días después del asalto a la escuela judía de Jerusalén que se saldó con la muerte de ocho personas, el Movimiento para la Resistencia Islámica reivindicó su «plena responsabilidad». Se trata del primer atentado en la capital israelí en cuatro años y supone una venganza a la reciente incursión del Ejército hebreo en la Franja de Gaza, que provocó más de un centenar de muertos.

El suceso recibió la repulsa de la mayor parte de la comunidad internacional, pero no así del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que falló al intentar asumir una declaración conjunta.

Durante la mañana de ayer, un grupo autodenominado Batallones para la Libertad de Galilea y supuestamente formado por 'mártires' de Imad Mughinyeh, en referencia al dirigente de Hezbolah asesinado el mes pasado, asumió la responsabilidad del suceso ocurrido el jueves en una escuela talmúdica. Sin embargo, horas después, Hamás salió al paso para reivindicar la autoría por un suceso que ya cuando ocurrió había festejado.

Así, fuentes del Movimiento bajo el anonimato revindicaron la «plena responsabilidad», anticipando que Hamás «difundirá los detalles más adelante».

Además, ayer se conocieron más detalles del atentado más sangriento en Israel en dos años y el primero en Jerusalén desde hace cuatro. El asaltante, identificado como Ala Abu Dhaim, había trabajado como conductor para el centro educativo, según informaciones de la Policía israelí. Como alabanza por su acción, su vivienda permanecía decorada con banderas de Hamás, la Yihad Islámica y otros grupos radicales.

Entretanto, las Fuerzas de Seguridad activaron el estado de máxima alerta en todo el país por si pudieran producirse nuevos incidentes, respuesta a la incursión militar de seis días.