Un palestino saca el cadáver de un miliciano del interior de un coche alcanzado por un misil. Foto: REUTERS

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EFE-GAZA
Al menos siete palestinos murieron y 45 resultaron heridos en al menos tres bombardeos israelíes y otros seis en los enfrentamientos internos entre Al-Fatah y Hamás, en una nueva jornada de violencia en la franja de Gaza que amenaza con una espiral en toda la región. Israel respondió ayer al masivo ataque con cohetes por parte de las milicias palestinas, más de 80 desde el lunes, con una serie de tres ataques aéreos y la entrada de tanques por dos puntos en la frontera, según fuentes militares. «Se acabó la contención, a partir de ahora atacaremos», dijeron fuentes de la Oficina del Primer Ministro citadas por la radio pública.

La Fuerza Aérea bombardeó ayer cuatro blancos en el norte y centro de la franja Gaza, entre ellos una base de la Fuerza Auxiliar de la ANP, cuerpo creado el año pasado por el movimiento islámico Hamás.

En cuanto a las incursiones terrestres, testigos informaron de que ayer por la tarde tanques israelíes penetraron en la localidad de Bet Lahiye, a una profundidad de unos quinientos metros, y abrieron fuego contra el edificio de una conocida familia. Por la mañana, otros blindados tomaron posiciones a lo largo de la frontera, del lado palestino.

Analistas locales indicaban ayer que las operaciones del Ejército buscan dar un castigo a las milicias palestinas con fines disuasorios, ya que ni las operaciones terrestres ni los bombardeos aéreos han conseguido diezmar este tipo de ataques en el pasado, que afectan principalmente a la ciudad de Sderot.

En respuesta, Hamás ha jurado venganza y ha asegurado que se reserva «todas las opciones de respuesta», incluidos los atentados suicidas. En un texto difundido a la prensa por correo electrónico, Abu Obaida, portavoz del brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezzedin al Qassam, juró venganza contra Israel.

Guerra abierta
«El enemigo sionista ha iniciado una guerra abierta contra Hamás», proclamó. «Por tanto, las opciones de respuesta están abiertas, incluidas operaciones de autosacrificio», añadió, en referencia a los atentados suicidas. «Advertimos a los colonos sionistas que se refugien inmediatamente en los sótanos de sus casas porque nuestros cohetes no perdonarán a ninguno de ellos», aseguró.

Desde la tregua del 26 de noviembre, la última entre las dos partes, Hamás y otras milicias han disparado más de 380 cohetes «por lo que no se puede hablar realmente de tregua», se lamentaron estas últimas fuentes. La última ola masiva de cohetes comenzó el lunes en coincidencia con el agravamiento de los enfrentamientos en Gaza entre milicianos de Hamás y de Al-Fatah, que se han cobrado a día de hoy unos cincuenta muertos.

El número de víctimas en los tiroteos internos fue ayer de seis, dos de ellas en un funeral por miembros de la «Fuerza Auxiliar» leal a Hamás, muertos el miércoles en un ataque aéreo israelí, ya nadie habla de buscar una nueva tregua en la guerra civil. La comitiva, dijo Islam Shahwan, portavoz de la fuerza de Hamás, se vio sorprendida por el fuego disparado desde un cuartel de las fuerzas de la Seguridad Preventiva en la ciudad de Rafah, leal a Al-Fatah.