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EFE-ROMA
El secuestro del imán Abu Omar será el primer caso de los llamados «vuelos de la CIA» que se juzgará en Europa, después de que una jueza decidiera ayer sentar en el banquillo a los antiguos responsables de los servicios secretos de Italia y a 26 agentes de la CIA.

Pironi, miembro de la policía antiterrorista, ha sido condenado a un año, nueve meses y diez días, tras haber confesado su participación en los hechos, aunque no irá a la cárcel.

La jueza Caterina Interlandi envió ayer a juicio a más de treinta personas y ha fijado el 8 de junio próximo como fecha de inicio.

Entre los encausados figura el antiguo jefe de los servicios secretos militares italianos (SISMI) Nicollo Pollari, el ex número uno del servicio de contraespionaje Marco Mancini, el anterior responsable de la CIA en Italia, Jeff Castelli, y su hombre en Milán, Robert Seldon Lady.

Ayer se conoció, además, que dos de los acusados, el agente de policía Luciano Pironi y el periodista Roberto Farina, han sido ya condenados al haber confesado y pactado la pena con la Justicia.

Farina, subdirector del diario «Libero», ha sido condenado a seis meses de cárcel como encubridor después de admitir que colaboró con los servicios secretos de su país, aunque su pena ha sido conmutada por una multa de más de seis mil euros (más de 7.800 dólaaares).

Los únicos que, de momento, se sentarán en el banquillo son, además de los ya citados Pollari y Mancini, los otros acusados de nacionalidad italiana, es decir dos altos funcionarios del SISMI, Luciano Seno y Pio Pompa, y los agentes Raffaele Ditroia, Luciano Di Gregorio e Giuseppe Ciorra.

Sin embargo, está por ver si los agentes de la CIA llegan a estar presentes en el juicio, ya que el Gobierno de Romano Prodi debería pedir primero su extradición a los Estados Unidos, una cuestión a la que ya se negó su antecesor Silvio Berlusconi.

El actual ministro de Justicia, Clemente Mastella, tiene sobre su mesa desde hace meses la carpeta con la petición de la extradición de los 26 agentes formulada por la Fiscalía de Milán, sin que hasta el momento haya tomado decisión alguna.

Esa demora ha provocado las críticas dentro de la coalición que forma el Gobierno. El ministro de Infraestructuras y Transportes, Antonio Di Pietro, ex fiscal anticorrupción que saltó a la fama con el caso «Manos Limpias», ha afirmado que Prodi «se equivoca» por no pedir la extradición y añadió que, además, se estaría dando «cobertura» al secuestro de una persona.

Pero incluso si Italia pide la extradición, quedaría por ver si los Estados Unidos están dispuestos a concederla.

En cualquier caso, la Justicia italiana permite los juicios en rebeldía, por lo que el proceso podría seguir adelante contra ellos incluso si los agentes no estuvieran presentes.