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rak vivió ayer, primer día de la fiesta musulmana del Sacrificio, una tensa jornada perturbada por el anuncio de la presunta captura y posterior asesinato de dos ciudadanos europeos, uno británico y otro sueco.

El día amaneció con las carreteras principales tomadas por la policía, un día después de que al menos ocho coches bomba estallarán y segaran la vida de una docena de personas, según fuentes iraquíes, y de cerca de treinta de acuerdo con el mando norteamericano.

Además, el islamista radical jordano Abu Musab al-Zarqaui, considerado el eslabón de la red Al Qaeda en Irak, divulgó una grabación de audio en la que instó a su seguidores a prepararse para un largo combate contra las fuerzas de Estados Unidos desplegadas en territorio iraquí.

Poco después del mediodía, el grupo radical islámico iraquí «Ansar al Sunna», también vinculado a Al Qaeda, se responsabilizó del supuesto asesinato de dos ciudadanos europeos, atrapados cerca de la ciudad de Baiji, al norte de Bagdad.

Según el documento, divulgado en internet, un comando del grupo «tendió una emboscada a dos agentes que trabajaban para las fuerzas infieles, y se vio obligado a aplicarles la ley de Dios».

El mando militar norteamericano en Irak informó el miércoles de la muerte de un ciudadano británico y su conductor iraquí tras un ataque de los insurgentes a su convoy en la autopista del norte de Irak, cerca de la localidad de Baiji.