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EFE-KIEV
El primer ministro ucraniano, Víctor Yanukóvich, sufrió ayer un revés en el Tribunal Supremo, que no admitió a trámite sus recursos para impugnar la victoria del opositor liberal, Víctor Yúschenko, en la repetición de la segunda vuelta de las presidenciales, celebrada el domingo pasado.

Una segunda demanda, también contra la Comisión Electoral Central, por no garantizar el derecho a voto de los ciudadanos en la repetición de la segunda vuelta electoral tampoco fue admitida a trámite, pues «no especificaba las acciones que se impugnaban», dijeron en el servicio de prensa del Supremo. Pero la batalla legal anunciada por Yanukóvich para «defender el derecho a voto» de los ucranianos no se circunscribe únicamente al Supremo: la CEC continuaba ayer el estudio de una protesta de los apoderados del primer ministro que arguyen que «no se pudo establecer la voluntad popular» en las urnas.

La portavoz del Supremo, Liana Shliapóshnikova, anunció que la que la jueza Valentina Barsukova decidió no aceptar a trámite un recurso de Yanukóvich contra la Comisión Electoral Central (CEC) de Ucrania por «pasividad» ante las reclamaciones de su representante ante ella, Néstor Shúfrich.

En el escrito se denunciaba que la CEC no le entregó a Shúfrich las actas de una reunión celebrada el 16 de diciembre, es decir, diez días antes de la celebración de la segunda vuelta de las presidenciales.

La magistrada Barsukova, según la portavoz del Supremo, argumentó su decisión en el hecho de que dicho recurso fue presentado fuera de plazo.

Los apoderados de Yanukóvich sostienen que el proceso electoral transcurrió con un trasfondo anormal y de grande presiones callejeras, en alusión al movimiento resistencia civil al fraude, conocida también como la «revolución naranja», por el color de la campaña de Yúschenko.