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MADRID. EFE. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, felicitó hoy a George W. Bush por su probable triunfo electoral, descartó posibles represalias contra España y confió en abrir una etapa de cooperación "eficaz y constructiva", frente a un PP que reprochó al Ejecutivo sus "ofensas" a EE UU. "Ofrecemos nuestra ayuda al Gobierno socialista, que con los gestos de Zapatero ha contribuido a destrozar todo el trabajo que habíamos hecho en beneficio de España", afirmó en declaraciones a Telecinco el secretario de Política Internacional del PP, Jorge Moragas, y defendió la necesidad de recomponer la relación bilateral con el argumento: "hay que llevarse bien con quien te protege".

A diferencia de Rodríguez Zapatero, que esperará a la proclamación oficial de los resultados para felicitar directamente al vencedor, el presidente del PP, Mariano Rajoy, envió hoy un telegrama de felicitación a Bush y mantuvo una conversación con el embajador estadounidense en España, George L. Argyros, con quien analizó el desarrollo de la campaña y la jornada electoral.

Desde Barcelona, el portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Gustavo de Arístegui, advirtió asimismo que la victoria de Bush "pasará factura" al Gobierno español, por sus numerosos "gestos no amistosos, innecesarios, contraproducentes e incomprensibles en personas maduras", y auguró la pérdida de un contrato de Izar para construir fragatas israelíes.

También el líder de IU, Gaspar Llamazares, desde posiciones políticas muy distintas, expresó su temor de que la reelección de Bush anime al presidente de EE UU a "hacer pagar" a España la autonomía que demostró en decisiones como la retirada de tropas de Irak y opinó que el resultado de los comicios presidenciales afectará a este país de forma "muy negativa".

Rodríguez Zapatero negó en cambio que Bush pueda pasar factura al Ejecutivo español por sus discrepancias y recordó que los compromisos de España con Estados Unidos en muchos ámbitos "se han venido cumpliendo adecuadamente" pese a que cada Gobierno sostenga posiciones distintas en determinados asuntos, algunos de ellos "de gran calado en la escena internacional".

Frente a un Rajoy que le pidió "prudencia" durante la sesión de control al Gobierno celebrada esta tarde en el Congreso, el jefe del Ejecutivo consideró en todo caso muy conveniente que Bush "impulse un acercamiento de posiciones con la UE más allá de las discrepancias existentes" y en el mismo sentido se pronunció la secretaria de Política Internacional del PSOE, Trinidad Jiménez.