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EFE-PARÍS/NUEVA YORK
El presidente estadounidense, George Bush, dijo entender que pueda haber resistencia a la presencia de sus tropas en Irak, y que él mismo tampoco «soportaría que mi país fuera ocupado», en una entrevista que publica «Paris Match». «Yo mismo, no soportaría que mi país fuera ocupado», señaló Bush a la revista francesa, que admitió que los combatientes iraquíes «no son todos terroristas».

«Los kamikazes lo son pero otros combatientes no lo son. No soportan ser ocupados. Ni a mí ni a nadie le gustaría eso en su lugar. Por eso les devolvemos su soberanía. Les garantizamos una soberanía integral a partir del 30 de junio», argumentó.

Sobre las dificultades que su país encuentra en Irak tras el desalojo del régimen de Sadam Husein, matizó que al principio «pensaba que asistiríamos a una avalancha de refugiados, a hambrunas, a pozos de petróleo en fuego. Nada de eso se produjo».

Pero a continuación admitió que «se han infiltrado combatientes extranjeros en Irak para convencer a kamikazes de matar a iraquíes inocentes. Eso es duro, es un trabajo de largo plazo. Pero venceremos porque la gente quiere ser libre y eso es lo importante».

Nunca es tarde
Justificó su estrategia en Irak recordando lo que se hizo al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando «mucha gente no quería creer que Alemania pudiera convertirse en libre y democrática, ni Japón (...) Nunca es tarde para creer que la gente puede ser libre».

Bush, que participará en las ceremonias de conmemoración del 60 aniversario del desembarco de Normandía en Francia el próximo fin de semana, aseguró que «nunca estuve enfadado con los franceses» sobre Irak.

Por otra parte, Estados Unidos y el Reino Unido proponen limitar el mandato de la fuerza multinacional en Irak hasta que concluya el proceso de transición política, previsiblemente a finales de 2005. La propuesta figura en un proyecto de resolución que fue presentado en una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

La reunión fue convocada tras conocerse la composición del gobierno interino al que la coalición devolverá la soberanía el 30 de junio. Este es el segundo borrador que Estados Unidos y Reino Unido presentan para una resolución que fijará el mandato de la fuerza internacional en Irak, dará un espaldarazo al nuevo gobierno y definirá las relaciones entre ambos, así como el papel futuro de la ONU.