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EFE. China fue uno de los primeros países en condenar el ataque y el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Kong Quan, declaró en una conferencia de prensa que esta «guerra es ilegítima y constituye una grave violación de la carta de las Naciones Unidas». «Se debe dar marcha atrás a los bombardeos y redoblar los esfuerzos diplomáticos por una solución pacífica del conflicto dentro del marco de la ONU», dijo el portavoz del gigante asiático, quien recordó «que la mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad están en contra» de esta campaña.

En cuanto al Reino Unido, principal aliado de EEUU en esta campaña, los ataques de la aviación estadounidense contra Bagdad parecen haber pillado por sorpresa a los británicos, que esperaban para más tarde el comienzo de la guerra. Fuentes militares británicas explicaron enseguida que el Pentágono había recibido información de los servicios de espionaje en Bagdad sobre el posible paradero de la cúpula militar iraquí, por lo que decidieron lanzar un ataque inmediato para intentar decapitarla y acortar la guerra. Según Downing Street, el primer ministro británico, fue, sin embargo, avisado poco después de medianoche sobre esta primera ofensiva y anunció que este se dirigirá al país «en su debido momento» para explicar la participación de las tropas De momento, Blair tiene previsto reunirse en las próximas horas con su Gabinete de Guerra para analizar el comienzo de la intervención militar en Irak.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se apresuró a tomar medidas para contrarrestar los efectos del conflicto, anunciando la suspensión de sus cuotas de extracción de crudo. Ha hecho un llamamiento a sus miembros para que aprovechen todas sus capacidades de extracción de crudo para suplir la paralización de la producción del crudo por parte de Irak.