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El presidente de EEUU, George W. Bush, emplazó esta madrugada al líder iraquí, Sadam Husein, a exiliarse si quiere evitar la guerra, en un discurso televisado en el que cerró de manera formal la vía diplomática para solucionar la crisis de Irak. Bush se dirigió a los estadounidenses para explicarles los pasos que dará a partir de ahora para obligar al régimen de Bagdad a desarmarse que, según diversas fuentes, incluirían un ultimátum de entre 48 y 72 horas.

En esa intervención, se añadió, Bush dará un plazo «breve» de tiempo a los diplomáticos, periodistas, inspectores de las Naciones Unidas, trabajadores de organizaciones humanitarias y otros extranjeros para poder abandonar el país antes de lanzar un ataque militar.

El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, afirmó a la prensa que Bush explicará en esa intervención que «para evitar un conflicto militar Sadam Husein debe abandonar el país» y que, por lo tanto, «el próximo paso lo debe dar el presidente iraquí».

Bush manifestó el domingo, en la cumbre de las islas Azores que el mundo afrontaría ayer «el momento de la verdad». La Casa Blanca explicó la semana pasada que si el presidente finalmente consideraba concluida la fase diplomática para tratar de desarmar al régimen iraquí y decidía emprender una acción militar lo haría en un discurso televisado a la nación y el mundo.

El ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Nayi Sabri, rechazó ayer la sugerencia de Estados Unidos de que el presidente Sadam Husein se exilie para evitar así la guerra y lamentó la decisión de la ONU de sacar a sus trabajadores de Irak.