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EFE-JERUSALÉN El primer ministro israelí, Ariel Sharón, afirmó ayer en una reunión con la prensa extranjera que, en contra de la idea de que Cisjordania y Gaza son «territorios palestinos ocupados», para él son «territorios en disputa». En cuanto a la expansión de los asentamientos judíos, afirmó que su Gobierno de unidad se comprometió a «no erigir nuevos» pero no podrá impedir la construcción en los existentes, vistos como los palestinos como el principal obstáculo para su independencia.

Mientras, cientos de habitantes de asentamientos judíos se manifestaron ayer por primera vez en contra del primer ministro, horas después del asesinato de uno de ellos, en una jornada en la que también se informó de la muerte de un palestino. «Sharón: ¡prometiste y no cumpliste!», rezaban las pancartas que portaban los colonos, que se concentraron frente a la residencia oficial del primer ministro. Los manifestantes acusaron a líder del Likud de no protegerles de los palestinos, que a finales de septiembre pasado iniciaron una «intifada» (levantamiento) contra la ocupación israelí de Cisjordania y Gaza, territorios que reivindican para establecer su estado independiente.

También ayer fuentes sanitarias de la ciudad de Gaza informaron del fallecimiento de un palestino de 16 años, herido el viernes pasado en un enfrentamiento con fuerzas del Ejército israelí. Por otra parte, en la jornada de ayer tuvo lugar el funeral de Imán Hiyo, un bebé de cuatro meses de edad, muerta el lunes en un ataque del Ejército israelí contra el campo de refugiados de Jan Yunes, al sur de Gaza. Después de los entierros, se registraron varios ataques palestinos, uno contra un coche israelí que circulaba cerca del asentamiento de Shavei Shomrón, entre las ciudades palestinas autónomas de Naplusa y Kalkilia, y otro contra el asentamiento de Pesagot, sin que se informase de víctimas.