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AGENCIAS-WASHINGTON Los mercados recibieron ayer con regocijo la sorpresa de que la economía de Estados Unidos creció en el primer trimestre más que lo esperado, y la opinión de Alan Greenspan de que los trabajadores seguirán mejorando su productividad. El Departamento de Comercio informó que el Producto Interior Bruto creció a una tasa anual del 2 por ciento en el primer trimestre de 2001. Después de un incremento del 1 por ciento en el trimestre anterior y muchos indicios de desaceleración de la actividad económica, la mayoría de los analistas esperaba un crecimiento del PIB del 0'9 por ciento entre enero y marzo.

Esta cifra repercutía positivamente en los mercados con subidas generales en el Dow Jones, NASDAQ, y en el índice Standard and Poor de 500 acciones, que reflejaban el optimismo de los inversores tras seis meses de escuchar rumores de recesión. Mientras esto ocurre en EE UU, Berlín rebajó ayer su previsión de crecimiento para Alemania este año a «en torno al 2 por ciento», lo que supone siete décimas menos que las anteriores, anunció ayer el Ministerio de Finanzas germano. En 2002, el crecimiento experimentará una ligera recuperación, hasta alcanzar el 2'25 por ciento.

El Gobierno justificó la rebaja del crecimiento por la ralentización de la economía mundial, pero insistió en que el crecimiento permanece por encima de la media registrada a lo largo de la década de los noventa. Añadió que el número de parados se situará por debajo de la barrera psicológica de los 3'5 millones en 2002. Igualmente, la economía británica crece actualmente al ritmo más bajo de los dos últimos años, según los últimos datos oficiales publicados ayer. Las cifras provisionales difundidas ayer por la Oficina Nacional de Estadísticas del Reino Unido (ONS) sitúan en el 0'3 por ciento el crecimiento económico durante el primer trimestre del año, frente al 0'4 por ciento del trimestre anterior.

En EE UU, después de una década de crecimiento sin pausa, y un aumento del PIB del 5 por ciento durante todo 2000, la economía había mostrado una disminución del ritmo de incremento desde la mitad del año pasado, lo cual llevó a temores de una recesión. En un discurso ante una convención de corredores de bolsa en Virginia del Oeste, el presidente de la Reserva Federal, Greenspan, afirmó ayer que la desaceleración de la actividad económica estadounidense desde mediados de 2000 quizá aminore el ritmo de aumento de la productividad, pero «eso será solo temporal». La productividad -el volumen de productos por hora de trabajo había crecido a una tasa anual del 1 por ciento entre 1973 y 1995, y desde entonces ha aumentado a un ritmo dos veces mayor, convirtiéndose en factor del crecimiento sostenido.