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JUAN ROMERO (WASHINGTON) Los abogados de Albert Gore y de George W. Bush presentaron ayer ante el Tribunal Supremo de EE UU su informe final a favor y en contra del recuento manual de votos en Florida, sobre el que deberá decidir hoy la máxima instancia judicial de EE UU. Aunque la audiencia está prevista para las 11 de la mañana en Washington (al cinco de la tarde en Balears), los letrados de ambas partes tenían de plazo hasta las cuatro de la tarde de este domingo (las diez de la noche en Balears) para presentar la síntesis de sus argumentos.

La cuestión en litigio, que hasta ahora ha generado resoluciones opuestas en el Tribunal Supremo de Florida y en el Supremo de EE UU, es si deben contarse a mano o no los votos de Miami Dade y otros condados que no pudieron ser «leídos» por las máquinas. Y, en definitiva, si esos votos en duda deben ser los que inclinen la balanza. El tribunal de Florida autorizó ese recuento, lo que favorecía a Gore, pero el Supremo mandó ayer paralizar el recuento, lo que favorece a Bush.

El ex-secretario de Estado, James Baker, que asesora a Bush, afirmó ayer que si el Supremo emite una resolución definitiva hoy, «eso sería el mejor modo posible de poner fin a estas elecciones». Si el Tribunal Supremo de EE UU, que ya mandó ayer paralizar de momento el recuento manual, concede la razón a los demandantes, Bush puede tener el camino libre hacia la Casa Blanca, reconocen los letrados y asesores de ambos contendientes.