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RAFAEL CAÑAS - WASHINGTON Las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos se constituyeron ayer bajo la sombra del juicio que el Senado comenzará hoy jueves contra Bill Clinton y con la esperanza de que se imponga la reconciliación en el Capitolio.

El espectro del proceso, el primero de este tipo en 130 años, estuvo presente durante la constitución del Senado, presidido por el vicepresidente del país, Al Gore, quien tomó el juramento a los 34 senadores que renovaron o ganaron su escaño en noviembre.

En la Cámara de Representantes, donde el debate sobre el proceso de Clinton alcanzó niveles de alta tensión y donde los dos últimos presidentes han sido víctimas indirectas del escándalo, se hizo patente un espíritu conciliador entre los dos grandes partidos.

El republicano Dennis Hastert, de 57 años, fue elegido nuevo presidente de la Cámara, cargo que es también la tercera autoridad de Estados Unidos, e inmediatamente tendió la mano a los demócratas al destacar que «es hora de volver al trabajo» tras el escándalo Lewinsky.