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El mapa electoral de Palma ha cambiado de color en una legislatura. Si en las pasadas elecciones municipales 54 barriadas del municipio, el 70 por ciento, se decantaba por los socialistas en los actuales comicios 58 de ellas, el 74 por ciento, ha votado mayoritariamente al Partido Popular. Ciutat ha votado en clave conservadora y el candidato del PP, Jaime Martínez, ha obtenido 51.288 votos, ha ganado apoyos en todos y cada uno de los barrios de Palma y ha recuperado para su formación buena parte del ensanche y de la periferia. Los populares, que presentaron en 2019 a Mateu Isern, habían perdido estas zonas en favor de un PSOE que, a día de hoy, con un botín global de 39.585 sufragios, sólo mantiene su hegemonía en la zona de Llevant, un área tradicionalmente obrera y que vuelve a apoyar principalmente a José Hila.

Vox, que ha acumulado 32.586 sufragios, también ha incrementado sus apoyos en todo el municipio y, en bastantes barrios, especialmente en el distrito Centre y Ponent, se presenta como el segundo partido más votado tras la lista ‘popular’. Llama la atención, en este sentido, que la lista encabezada por Fulgencio Coll, ha sido la más respaldada en La Soletad Sud, imponiéndose por 13 votos al PP y por 16 al PSOE. Por contra, ha dejado de ser el partido más apoyado en el barrio de Monti-sion donde, a pesar de recibir siete votos más, es superado por el PP.

El descalabro general de Ciudadanos, que ha pasado de aglutinar el 12,3 por ciento de los sufragios a un pírrico 1,8 por ciento, se refleja en los datos pormenorizados y apenas supera los 100 votos en cinco barrios de Palma, siendo el de Pere Garau, con 160 apoyos contabilizados, donde han destacado más. Hace cuatro años los naranjas fueron, con 273 papeletas, el partido más votado en el barrio de Jaume III. El pasado domingo sólo recogieron 18 votos.

Més, con 14.865 votos recibidos en el computo total, también ha perdido el único feudo en el que dominaron en la anteriores elecciones municipales, Sant Jordi pasando de 244 a 190 papeletas frente a las 475 de los populares, 267 de Vox o las 248 de los socialistas. La candidatura de Podemos, encabezada por Lucia Muñoz, que ha recibido 8.105 votos y ha entrado en el Ajuntament con un regidor por apenas 9 décimas, también se ha dejado votos en todos los barrios del municipio menos, casualmente, en Jaume III donde ha pasado de 24 a 25 papeletas.

La misma ‘sangría’ ha sufrido el PI, que con 3.647 y un 2,29 de los votos, no ha obtenido representación para sentarse en el salón de Plenos. La lista encabezada por Carles Cabrera ha perdido apoyos en todo el municipio menos en siete barrios (Monti-Sion, Sindicat, Camp Redó, Els Hostalet, El Coll d’en Rebassa, Can Pastilla y Sant Jordi). Cabe destacar que la diferencia es mínima menos en el caso de Sant Jordi y, especialmente, en Camp Redó donde han pasado de 187 a 554 sufragios.

Zonas polémicas

Durante la pasada legislatura el equipo de Gobierno de Cort ha tenido que afrontar diversas polémicas en zonas muy concretas, conflictos que han afectado, en mayor o menor medida, a los resultados electorales. Son Sardina protagonizó movilizaciones por un posible crecimiento urbanístico según el nuevo Plan General. El área de Model de Ciutat, de Més, frenó su expansión pero esta concesión no se ha reflejado en las urnas. Los ecosobiranistas, liderados por Neus Truyol pierden votos y pasan de 310 a 262 papeletas, mientras que el PP y PSOE incrementan su presencia.

Nuredduna fue uno de los proyectos estrella de la pasada legislatura. Sin embargo, el barrio no lo ha hecho notar en los comicios. Los socialistas incrementan sus votos de 2.182 a 2.414, aunque el PP le toma la delantera pasando de 1.693 a 2.668 sufragios y Vox se dispara con más de 600 votos más.
Los problemas de incivismo en Santa Catalina han pasado factura al Pacte que apenas suma apoyos y ve como sus oponentes sacan rédito electoral. En El Fortí, uno de los grandes beneficiados del Canódromo, tampoco son ajenos al tsunami azul. El PP incrementa sus votos de 456 a 761. El PSOE se mantiene casi igual, de 688 a 680, y Vox vuelve a crecer de 384 a 540 sufragios. El barrio del hasta ahora alcalde sigue apoyándole. El Vivero se mantiene como feudo de Hila, ya que incluso incrementa sufragios y pasa de 969 a 1.019. El PP también sube al pasar de 407 papeletas a 885.