Rabasco, con uno de los folletos de su nueva formación en la mano. | Jaume Morey

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Joaquín Rabasco vuelve a los 71 años y 16 años después de dimitir del Ajuntament acosado por una investigación judicial, cumplir dos años de condena y vivir más de una década en Santander, donde trabajó como locutor de radio. Encabeza la candidatura de s’Ull.

¿Por qué vuelve?
—Vuelvo porque he vuelto a vivir en mi pueblo y me he dado cuenta que, desde hace 15 años no se ha invertido en mejoras. Vuelvo al ruedo político para arreglar problemas.

Ningún otro condenado se ha atrevido a volver...
—Yo he venido a hablar de mi proyecto político, no de lo que pasó hace veinte años. Fui un elemento a perseguir dentro de la política de las Islas Baleares. Todos los políticos han cometido errores y conmigo se ensañaron. Si por algo me presento es porque no hay ninguna sentencia firme que diga que yo he robado algo.

¿Teme que ese pasado le pase factura en las urnas?
—Yo no tengo pasado, tengo presente y futuro.

Hombre, todos tenemos pasado.
—No, vuelvo a insistir, no tengo pasado porque miramos al futuro. Si no doy el paso, el futuro de Llucmajor está bastante oscuro.

¿Oscuro por qué?
—El municipio está totalmente abandonado en materia turística, urbanística, de seguridad, de todo lo que se puede exigir a los grupos políticos. Si se pasea por s'Arenal hace años empezaron la plaza María Cristina y no se ha acabado. La inseguridad está a flor de piel.

¿Qué aspiración tiene?
—Me presento con la intención de salir al menos dos. Si sale uno no cogeré el acta porque es señal de que no voy a estar cuatro años luchando solo. El campo de fútbol, el centro de salud, las oficinas municipales, la primera línea de s'Arenal... Todo fue promovido por mí en mis tiempos de concejal.

¿Y el regreso a Mallorca?
— He llegado a una edad que necesito descansar. No necesito la política. Estoy jubilado y si salgo solo no cojo el acta, en eso me diferencio de muchos de los que no quiero hablar.

¿Confiaría en un candidato con sus antecedentes?
—A mí me da la impresión de qué queréis insistir en cuestiones pasadas. En primer lugar, en un estado de derecho, una persona que ha cumplido es una persona libre. Yo nunca votaría a un pederasta o alguien como Jaume Matas porque utilizó el dinero público para comprar voluntades. Todo lo que me pasó se lo debo al PP y al periódico El Mundo. Ser honesto    y denunciar hechos delictivos me supuso muchas persecuciones.

¿Qué ocurrió con ASI?
—Dejé el partido por desavenencias con los concejales y porque consideré que cuando una persona se presenta con un programa es para cumplirlo y no por estar supeditado a otros partidos. Fue votado mayoritariamente en s’Arenal    y ahora hay concejales a los que les preocupan más sus cuestiones particulares.

¿Qué opina del candidato de ASI, Guillem Roig?
—Prefiero no hablar del señor Roig.

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