TW
0

Si en las elecciones del 28A las fuerzas independentistas ya lograron romper su techo en unas generales, al sumar 22 diputados, en las elecciones de este domingo han ampliado su presencia con un escaño más, 23, y aspiran a forzar al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, a dialogar y a «contar» con Cataluña.

De los 48 escaños al Congreso que se reparten en Cataluña, han obtenido representación hasta ocho siglas distintas, todo un récord, debido a la entrada de la CUP y a la renovada presencia de Vox.

Seis meses atrás, ERC consiguió un triunfo sin precedentes en la actual etapa democrática en unas generales en Cataluña al recabar 1.020.392 votos, traducidos en 15 escaños, el primero de los cuales debía ser para su líder y cabeza de lista, Oriol Junqueras, que en la cita de este domingo no ha podido participar tras la sentencia del procés, en la que se le condena a 13 años de prisión.

En esta ocasión, ya sin Junqueras en las listas y con Gabriel Rufián como cabeza de cartel, los republicanos han vuelto a ganar, aunque con menor peso (13) y con el PSC pisándoles los talones (12).

Pese a no poder contar tampoco con sus presos en las candidaturas -Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn-, JxCat ha logrado en cambio aumentar su representación de 7 a 8 diputados, con la exconsellera Laura Borràs al frente.

ERC se ha resentido, sin duda, por la entrada en escena de la CUP, que se presentaba por primera vez a unas generales y que, con Mireia Vehí al frente de la candidatura por Barcelona, ha obtenido dos escaños, tras una campaña en la que presumía de ser «ingobernable».

Fuentes republicanas ya detectaban durante la campaña una fuga de votos hacia la CUP, sobre todo a raíz de la radicalización de las protestas contra la sentencia del procés, y temían que el perfil de Rufián -silbado en algunas manifestaciones de los CDR tras criticar los disturbios y después de haber ofrecido a Pedro Sánchez facilitarle su investidura- no taponase esas pérdidas.

En clave interna del independentismo, y mirando con el rabillo del ojo el calendario político catalán -no cesan las especulaciones sobre unas posibles elecciones anticipadas en el primer semestre de 2020-, ERC sigue siendo la favorita, aunque JxCat gana confianza.

Noticias relacionadas

Con quien seguro Sánchez no podrá contar para su investidura es con los dos diputados de la CUP, cuya misión en Madrid, ya lo han advertido, es exportar su «rebeldía» y generar en la medida de lo posible un escenario aún más «ingobernable» hasta forzar al Estado a admitir el derecho a la autodeterminación de Cataluña.

Tras el 28A, ERC ofreció sus 15 votos en el Congreso para allanar el terreno a una investidura de Sánchez, «a cambio de nada», según destacó el actual presidente del Gobierno en funciones, algo que será más difícil que ocurra ahora, después de las condenas a los líderes independentistas.

Los republicanos no han descartado sentarse a hablar con los socialistas, aunque esta vez exigirán que Sánchez concrete alguna vía de diálogo político, una exigencia que también plantean, con más recelos aún que ERC, sus socios de Govern: JxCat.

Repitiendo el mismo número de escaños que hace medio año, 12, los socialistas catalanes se han situado a solo uno de los ganadores y han contribuido a la victoria de Pedro Sánchez en toda España.

Con su cabeza de lista, Meritxell Batet, ausente de la campaña por prescripción médica, el PSC han retrocedido en porcentaje de voto pero no en escaños, lo mismo que le ha ocurrido a En Comú Podem.

Los comunes, de nuevo con Jaume Asens como número uno, han repetido los siete diputados del 28A, pese a que los sondeos les auguraban una caída.

Entre el 21 de diciembre de 2017 y el 10 de noviembre de 2019 han pasado menos de dos años, pero en este margen de tiempo Ciudadanos ha pasado de ser la primera fuerza del Parlament -36 escaños de 135- a situarse en la cola en estas elecciones generales, con solo dos diputados, pese a partir de los cinco del 28A.

Después de pugnar en campaña por liderar el discurso de mayor firmeza frente al independentismo, el PP, Vox y Cs han empatado esta vez a dos diputados -los mismos que la CUP-, con la candidatura que capitaneaba Inés Arrimadas en último lugar.

Cayetana Álvarez de Toledo ha ganado un escaño más para el PP con respecto al 28 de abril, igual que Ignacio Garriga para Vox.