Según el sondeo, elaborado antes de conocerse la sentencia del procés y la exhumación de Franco, un 7 % de quienes votaron a Ciudadanos en los comicios del 28 de abril optarán ahora por el PP, mientras que un 4,4 % elegirán la papeleta del PSOE, y un 2,9 % la de Vox.
A día de hoy, el partido de Albert Rivera es el que tiene unos votantes menos convencidos.
Solo un 34 % tiene ya decidido que seguirá votando a Cs, un porcentaje de fidelidad muy inferior al de Vox, PP, PSOE o Unidas Podemos, en todos los casos superiores al 50 %. De hecho, otro 30,5 % de los antiguos votantes de Cs reconocen que aún no tienen decidido su voto y un 8,2 % ya tiene claro directamente que no votará.
Por su parte, el PP se nutre en su subida de un 9,3 % de los votantes de Vox en abril y de un 7 % de los de Cs. Pablo Casado apenas arrebata un 0,6 % de quienes se decantaron en abril por el PSOE.
Los socialistas, por su parte, se harían con casi un 9 % de los antiguos votantes de Unidas Podemos y sus confluencias, y un 4,4 % de los de Cs.
Vox también hace acopio de nuevos apoyos entre los votantes del PP -un 3,3 %- y un 2,9 % de los que escogieron la papeleta del partido de Rivera.
Como parece lógico, Más País, la candidatura de Íñigo Errejón, se alimenta fundamentalmente de su antiguos compañeros de Unidas Podemos. Un 4,5 % de los votantes de Unidas Podemos y un 2,6 % de los de En Comú Podem aseguran que votarán ahora a Más País. Según el CIS, el trasvase de votos desde el PSOE al partido de Errejón es prácticamente testimonial, solo un 0,7 %.
La CUP, que al igual que Más País no concurrió a los comicios generales de abril, se llevaría un 3,9 % de los votantes de ERC, un 1,2 % de los de En Comú Podem, y otro 1,1 de JxCat.
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