Malena Contestí, fue la candidata de Vox al Congreso por Baleares en las elecciones del 28A. | Jaume Morey

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Malena Contestí ha provocado todo un terremoto político desde que este lunes por la noche anunciase que abandonaba Vox y dejaba su acta de diputada por discrepancias con la formación liderada por Santiago Abascal. Pese a todo lo sucedido, sigue interesada en participar en política. Aunque no ha recibido ninguna oferta, no cierra la puerta estar en el PP o Ciudadanos en el futuro.

-Tras su salida de Vox ha querido dejar muy claro que nadie del partido le ha dicho que no repetiría como candidata.
-No nadie. Además, yo no quería repetir, ya llevaba un tiempo en el que me estaba planteando el tema de Vox. Ellos lo utilizan como excusa, pero es mentira.

-En las últimas semanas la hemos visto muy activa en las redes sociales explicando todas las iniciativas que había presentado, parecía que estaba bastante integrada en el partido y daba la impresión de que quería repetir como candidata.
-No, yo parecía integrada en el Congreso de los Diputados y entregada a mi trabajo como diputada. Otra cosa es que yo hablara de Vox, son dos cosas distintas. He estado en el Congreso, he representado a todos los españoles y estoy contenta de mi trabajo, todo lo que yo he presentado son iniciativas que me siguen pareciendo muy loables.

-¿En qué momento empieza a estar en desacuerdo con el partido?
-Ha sido poco a poco, no es una decisión de un día para otro, es una decisión racional, meditada, en base a muchas cosas que se han ido acumulando, sobre todo al ir viendo la manera cómo se ha ido marcando la agenda política, una vez llegados a los instituciones porque antes no estábamos. Entonces había cosas que era difícil saber a priori por dónde iban a ir y hasta qué punto iban a llegar; los matices de las acciones políticas era imposible saberlos antes.

-¿De qué temas?
-Por ejemplo, se estuvo a punto de perder la Comunidad de Madrid solo por el tema LGTBI y a mí no me parece que eso tenga que ser así. Eso demuestra que le dan una importancia superior a unos temas que tenían que tener una importancia inferior y que, además en teoría, jamás iban a llegar a esos puntos.

-¿En qué otros temas ha discrepado?
-Por ejemplo, el terrorismo con la inmigración. Las formas de explicar un tema y al punto que se llevan pueden marcar diferencias muy grandes. Las fronteras hay que protegerlas y las fuerzas y cuerpos de seguridad tienen que tener un refuerzo para realizar su trabajo, tiene que haber una regulación adecuada para la inmigración; en eso estoy de acuerdo. Otra cosa es que se esté poniendo el ejemplo de Salvini, que se le esté apoyando 100 % y que se esté haciendo propaganda directa de Salvini, que es un extremista y un oportunista político independentista, que ha declarado apoyar la independencia de Cataluña y del País Vasco.

-¿Qué más?
-El tema del aborto, se nos dijo que íbamos a hacer políticas positivas hacia las mujeres embarazadas y eso me parece genial porque hay un problema de natalidad. Resulta que cuando llegamos a las instituciones lo que se empieza a ver es que el objetivo es el aborto cero.

-¿Trasladó a la dirección de Vox su desacuerdos en estos puntos?
-Sí, dije en varias ocasiones que había determinados temas que creía que debían enfocarse de otra manera y que el peso político que parecía que se le estaba dando iba a ser más perjudicial que beneficioso.

-¿Qué le dijeron?
-Que no era así, que no me preocupara, que lo iban a llevar bien, que tendríamos mucha más agenda política. Entonces sigo adelante para ver cuando empezase el gobierno qué tipo de propuestas planteábamos y cuál era la agenda política definitiva. No ha habido gobierno y la intensidad con la que se vivían estos temas ha sido realmente lo que ha marcado la agenda política.

-¿Cree que Vox es un partido de extrema derecha?
-No me gustan las etiquetas, pero si tenemos que clasificarlo creo que está en la extrema derecha, más a la derecha del PP, mucho más.

-En campaña se decía que Vox era de extrema derecha, se criticaban sus posturas en materia de homosexualidad, inmigración... ¿usted no lo veía?
-No porque vengo de Actúa, que es otro partido e hicimos una coalición con Vox y yo no supe que iba de candidata de Vox hasta el último momento. En la coalición firmamos los puntos en los que teníamos que ir agarrados: la unidad de España, la lucha contra el nacionalismo catalán, el descenso de la inmensa burocracia administrativa, la bajada de impuestos... Entre ellos no estaban los temas de las actuaciones políticas que hemos estado hablando. Que salga en prensa que es de extrema derecha, un partido que además es nuevo y no has tenido tiempo de evaluar del todo, y la prensa ya sabemos como es con los partidos nuevos por intereses o por dar un poco más de espectáculos, pues no te acabas de fiar. Y a ti lo que se te está diciendo y lo que tu ves para tu campaña no trata esos temas y, además, no se habían abordado así. Que te digan que no tenemos nada contra los homosexuales, como mucho que llamaremos unión civil al matrimonio homosexual por temas históricos. Si solo es el nombre no me parecía un mal mayor, aunque no es que estuviese del todo de acuerdo. Te dicen, en la Constitución ya están todos los derechos, pero luego cuando estás allí te das cuenta que se quiere llegar a la eliminación de todos los derechos.

-¿Vox quiere eliminar los derechos de los homoxesuales?
-No, eliminar los derechos que les concede la institución del matrimonio. No todo es el tema de la homosexualidad.

-¿Es dónde ha encontrado la mayor discrepancia?
-Es la agenda política, hasta dónde se llevan las negociaciones por determinados temas. Formas de hacer política como interrumpir un minuto de silencio con una pancarta o impulsar a una persona por aparecer con una bandera gay, como pasó en Málaga. Son obsesiones con determinados temas que no deberían marcar la agenda política de un partido.

-Primero se rompió su relación con Actúa y luego con Vox, ¿por qué la rompió con Actúa?
-Una serie de cosas que vi que no me gustaron y las irregularidades que salieron a la luz, tal y como la prensa reflejó.

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-¿Quiere dejar la política?
-A mí la política me interesa mucho porque realmente me interesa hacer algo por este país.

-¿No se ha sentido desengañada por cómo funciona el sistema?
-Sí, me he sentido desengañada, pero me gustaría pensar que se puede llegar a hacer política con una mejor calidad.

-¿Hay partidos que hacen la política de calidad que a usted le gusta?
-Hay muchos políticos de calidad.

-¿Cuáles?
-Va a parecer un poco raro si cito a otros políticos. No me refiero a un político concreto, sino a la forma de hacer política; creo que la mejor es una manera racional, científica y utilizando más la cabeza que las emociones. Nunca voy a ser partidaria de hacer política con dogmatismos.

-¿Hay políticos en el Congreso que hagan esa política o todos son igual?
-No, yo no creo que todos sean igual, creo que en algún momento todos los partidos fallan y en otros aciertan. Yo soy más de políticas de derechas que de izquierdas, en general.

-¿Uno de los que hacen política como a usted le gusta es Albert Rivera?
-Sí, me parece un buen político. Pablo Casado también me parece un buen político, es una persona de estado, Santiago Abascal también ha tenido sus desaciertos, que a mí me parecen graves. Igual que le puedo decir que Pablo Iglesias es lo mejor que tiene Podemos y no tengo nada que ver con sus políticas.

-Supongo que dentro de un tiempo la veremos en otro partido.
-Por ahora no tengo ninguna oferta. Esto es algo que he hecho completamente sola, es una decisión que he tomado yo porque realmente no quería repetir en listas y no quería volver a hacer campaña para Vox.

-¿Le ha llamado algún líder nacional o algún diputado del Congreso para preguntarle cómo está?
-Sí, me han mandado ánimos y fuerzas diputados y muchas personas, he recibido cientos de mensaje de apoyo y ánimo, incluso de gente que ha estado o está dentro de Vox.

-Albert Rivera es uno de los que le ha dado ánimos.
-No. Sí diputados de diferentes partidos del hemiciclo porque consideraban que era un paso valiente y difícil.

-Se está hablando mucho de que podría fichar por Ciudadanos.
-¿Ah sí? Ayer mismo me dijeron que por el PP. Yo no he recibido ninguna oferta, desconozco si eso es verdad. A mí no me ha llegado nada.

-¿Se podría sentir cómoda en un partido como Ciudadanos?
-Yo me podría sentir cómoda en un partido que defendiera la unidad de España, la libertad a la hora de estudiar español en todas las regiones de España, la bajada de impuestos, un sistema liberal económico, que diera soluciones a los problemas de la inmigración de una forma coherente, de una manera de lo más científica y racional posible.

-Parece el programa de Ciudadanos.
-También lo dice el PP, son políticas muy del centro a la derecha. La política se tiene que hacer con racionalidad, con contundencia, pero nunca con las emociones.

-¿Podemos concluir que en un futuro no cierra la puerta a estar en el PP o Ciudadanos?
-No cierro la puerta a estar en el PP o Ciudadanos porque no sé que me depara el futuro, pero a día de hoy no tengo ninguna oferta.

-¿Qué hará ahora?
-Seguiré con negocios familiares.

-¿Le gustaría tener alguna oferta para poder hacer la campaña electoral y estar en el Congreso la próxima legislatura?
-No lo sé, tengo sentimientos confrontados.