PALMA. HOSTELERIA. Carolina Quetglas. presidenta de la Agrupación de Cadenas Hoteleras. | Pere Bota

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Carolina Quetglas, directora general de BQ Hotels, asegura sentirse dolida porque en demasiadas oportunidades se asocia el turismo a efectos negativos. «La actividad de cualquier industria y también la turística genera efectos. No se trata de negar y prohibir, sino planificar y gestionar. Personalmente, me duele mucho que se asocie el turismo a connotaciones negativas de forma demagógica. Somos una comunidad turística, busquemos equilibrios a partir de análisis rigurosos. En veinte años también se ha doblado la población residente y las infraestructuras no se han dimensionado. El objetivo tiene que ser seguir reforzando lo que estamos haciendo e ir consolidando el adelanto de las aperturas y el aplazamiento de los cierres de los hoteles», indica.

Quetglas critica el momento en el que se aprobó la actual ley, al tiempo que se muestra partidaria de los incentivos y contraria a las imposiciones. «Considero que el momento de la actual Ley no fue el mejor, justo después de la pandemia. Siempre he dicho que no soy partidaria de imposiciones, creo más en los incentivos y en los acompañamientos. Dicho esto, hay que analizar los efectos de la ley vigente con rigurosidad y buscar equilibrios a favor del interés general y no en detrimento de un sector», manifiesta.

Interrogada sobre la intención del Govern de levantar la actual moratoria, Quetglas reclama un análisis sosegado. «Todas estas cuestiones hay que analizarlas profundamente, sin precipitación y con datos rigurosos desde diferentes puntos de vista, y se debe hacer este estudio y análisis por técnicos competentes, desde un enfoque y por un equipo multidisciplinar. Deben analizarse no sólo las plazas hoteleras o alquiler turístico, sino también las viviendas, sobre las que hay un gran déficit, y siempre respetando los derechos, tanto de empresas y de ciudadanos», señala.

La directora general de BQ Hotels explica también que la temporada ha sido buena y recuerda que la subida de precios no ha sido solo consecuencia de la inflación. «La del 2023 ha sido una buena temporada. Nuestros clientes valoran el buen trabajo hecho los años anteriores y como en conjunto nos hemos reposicionado y reforzado como empresas. Hemos tenido problemas en encontrar mano de obra cualificada para atender las exigencias de la demanda que tenemos sobre todo en el departamento de cocina y en puestos de dirección. Se siguen notando los incrementos de costes, por lo que no se debe confundir facturación con beneficios. La subida de los precios hoteleros no se ha debido únicamente a la inflación. Durante los años de pandemia y post pandemia los precios de los contratos con los TTOO habían estado congelados», explica.