«Con la legislación vigente, las plazas están limitadas. No es la creación de más plazas lo que se requiere, sino la flexibilidad para reemplazar las plazas de establecimientos obsoletos por otras de mayor calidad», apunta Erhart que alude a la mejora y modernización de los establecimientos como fórmula para disminuir plazas. «Este año, de forma voluntaria, hemos reducido el número de plazas durante una reforma al disminuir la cantidad de habitaciones y construir habitaciones más amplias. Considera que esta es la forma más interesante de promover mejoras en la industria, que se deberían incentivar desde la administración», señala.
Erhart no duda en alabar la actual ley turística y señala que es positivo que el actual Govern aspira a involucrar a todo el sector turístico. «La ley turística actual presenta numerosas mejoras, destacando su enfoque en la sostenibilidad y los altos estándares de calidad. Es motivo de satisfacción que el Govern actual aspire a involucrar a todas las partes interesadas del sector turístico en la búsqueda de soluciones para todos. Esto demuestra un enfoque colaborativo y prometedor para abordar los desafíos que enfrentamos en el ámbito turístico», manifiesta.
Por otra parte, el CEO de Universal Beach Hotels atribuye a los cambios en el comportamiento de los turistas la sensación de masificación. «En los últimos años hemos observado un cambio en el comportamiento de los turistas, quienes ahora exploran la isla de manera más extensa, optando por alquileres vacacionales y llevando la presencia turística incluso a las zonas residenciales, a pueblos interiores y zonas rurales. Este cambio, en ocasiones, puede generar cierta sensación de saturación entre los residentes locales. Creo que la clave para promover un turismo sostenible y alcanzar un equilibrio beneficioso en Mallorca reside en una sólida cooperación entre el Govern, las empresas y la sociedad», explica.
Erhart hace un balance positivo de la temporada y los precios. «La temporada arrancó de forma positiva. En mayo y junio, la demanda sufrió un pequeño bajón, pero desde agosto la ocupación fue muy alta, aunque algo por debajo a los años anteriores a la pandemia, pero con mejores precios. Los retos han sido la falta de profesionales cualificados y el fuerte aumento de costes. La elevada demanda ha permitido implementar aumentos significativos en los precios», asegura.
