Pep Cañellas, presidente ejecutivo de Fergus Group

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Pep Cañellas es el presidente ejecutivo de Fergus Group, cuenta que a nivel de grupo la temporada ha sido muy buena, puesto que han logrado un extraordinario crecimiento gracias a la incorporación de nuevos establecimientos y compara la temporada de este año con la de 2022. «Un año contra el otro, el balance sigue siendo positivo desde el punto de vista de la venta, con ocupaciones y precios por encima del 2022 en general, si bien en algunos productos el crecimiento de la facturación ha estado por debajo de la inflación», afirma. En cuanto al aumento de los precios, Cañellas expone que «los mismos problemas que padecen las personas corrientes con el incremento de costes en su día a día, los padecemos en los hoteles».

Así pues, haciendo referencia a la sostenibilidad el presidente ejecutivo de la compañía se decanta por reducir el impacto que tiene el sector en el destino. «Vemos la sostenibilidad como un camino y es uno de los ejes de nuestra estrategia a largo plazo, ya que entendemos que ser sostenible no es una opción sino una necesidad. Cada año destinamos partidas importantes a la mejora de la eficiencia en nuestros establecimientos», aclara Cañellas. Sin embargo, no cree que se deba limitar el consumo de agua y electricidad para ser más eficientes.

Las plazas hoteleras, según Cañellas, no han crecido en los últimos 20 años, «creemos que la masificación existe en determinados momentos y lugares por una falta de gestión. Las plazas hoteleras apenas han crecido en los últimos 20 años, pero la población de las islas ha crecido significativamente; además, se ha crecido mucho en oferta no reglada, algo que debería perseguirse, ya que nos afecta directamente en términos de calidad como destino». El presidente ejecutivo añade que «no hemos crecido en plazas hoteleras desde hace mucho tiempo, pero seguimos creciendo en población, y lo seguiremos haciendo». También hace hincapié en los vehículos de alquiler y defiende que «tenemos un déficit de taxis, de transporte público y un modelo urbanístico muy disperso; culpar al coche de alquiler, que sirve para repartir riqueza, es una salida fácil pero no acertada».