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El año 2016 será un año muy importante para Meliá Hotels International. No solo se vaticina una de las mejores temporadas turísticas de los últimos años para nuestro país, sino que en este año, nuestro Grupo alcanzará la respetable edad de 60 años.

60 años de ilusión, sacrificios, y éxitos, haciendo día tras día historia de nuestro turismo. Seis décadas apostando por el desarrollo de esta industria, primero en nuestras queridas Balears, y después en el resto de destinos españoles, hasta llegar a puntos como Bali o el Caribe, donde fuimos pioneros, junto con otros ilustres hoteleros mallorquines. Hoy estamos presentes en 40 países, pero seguimos más comprometidos que nunca con estas Islas, con su presente, y con su futuro.

Creo que el turismo en Balears puede hacer un balance exitoso de los últimos años, pues a pesar de la pervivencia de algunas sombras, mantenemos una tendencia de crecimiento y apuesta por la calidad, y hemos comenzado a encauzar algunos de los principales problemas de imagen y seguridad que veníamos arrastrando.

Hemos hecho las cosas bien, pero somos conscientes de que los vientos nos han soplado, una vez más, a favor: el convulso escenario internacional favorece sin duda a Balears como destino -refugio para el turismo europeo, y la evolución macroeconómica y de los tipos de cambio en nuestros principales mercados emisores han tenido como consecuencia un fuerte impulso de las llegadas internacionales a nuestras islas.

Pero las coyunturas pueden cambiar, y nuestra experiencia nos ha enseñado la importancia de consolidar los logros, y aprovechar los momentos de bonanza para avanzar en las grandes reformas. Hoy en día, ni los hoteles, ni los destinos en su conjunto, pueden competir por precio, sino por calidad, y para ello es fundamental que desde las Administraciones se asegure un marco de competitividad para nuestro sector, capaz de atraer inversión y crear confianza para que las empresas aumentemos nuestras plantillas.

Queremos lanzar a las instituciones y a toda la sociedad un mensaje de optimismo, pues estamos seguros de que juntos podemos conseguir un modelo turístico más sostenible y de mayor calidad. Pero debo señalar, como ya he manifestado a nuestras autoridades, los riesgos que representan, para nuestra competitividad, figuras rescatadas del pasado como tasas turísticas (que penalicen injustamente al sector hotelero) o el regreso de la inseguridad jurídica para las inversiones.

Debemos seguir avanzando en la innovación del producto, la experiencia del cliente y la digitalización, e impulsar la extensión de las temporadas medias hasta los 9 meses, y la renovación de destinos maduros como Magaluf o la Playa de Palma, pero debemos hacerlo desde la lealtad y la colaboración público-privada. Con estas prioridades, y desde la experiencia de ser una “joven” empresa de casi 60 años, desde Meliá ofrecemos toda nuestra colaboración para trabajar en una auténtica estrategia turística de progreso para Balears.