El director Joan M. Albinyana, Alicia Garau, Pedro Mas, Marina Salas y Jasmina Ferrer, coproductora ejecutiva de la obra. HI | LUCA ROCCHI

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Que un autor no gane el Torneig de Dramatúrgia, cita que impulsa Produccions de Ferra como hermana del festival Temporada Alta y que se celebra durante Sant Sebastià en el Teatre Mar i Terra, no quiere decir necesariamente que no tenga un recorrido exitoso. Prueba de ello son las obras Transbord, de Sebastià Portell o La darrera opció, de Clara Ingold, que se han representado en varios teatros y han agotado entradas.

Un año y medio después de que Marina Salas (Palma, 1996) quedara finalista con Winning Joan en una edición en la que ganó Pau Coya con Pols de diamant, la dramaturga y actriz está trabajando en la adaptación de ese mismo texto para que sea un montaje completo. Lo hace con la compañía que dirige, Las Primas de Bárbara, además de contar con Joan M. Albinyana como director de la pieza, que interpretarán los actores Alicia Garau y Pedro Mas y Jasmina Ferrer como coproductora ejecutiva junto a la propia Salas.

Historia

«Aunque no resultara ganador, me apetecía mucho producirlo, porque es un texto en el que creo y estaba contenta con el resultado, así que me tiré a la piscina y decidí producirlo», recuerda. Winning Joan, señala, «cuenta una historia muy concreta, pero que muchísima gente vivió, tanto jóvenes como adultos de cincuenta, sesenta o incluso setenta años: la crisis de 2008». «Los intérpretes me preguntaban extrañados por qué decidí tratar este tema si yo era solo una niña cuando empezó, pero es que precisamente por eso lo escribo con ojos de niña que con diez años descubrió lo que era una crisis», razona.

Así las cosas, la obra está protagonizada por dos adultos de cincuenta años, aunque la óptica, avisa, es el de una niña de unos diez años. «Tiene toques de humor, aunque también hay una parte muy poética que ofrece una metáfora entre lo que es hacer una carrera de caballos con lo que es la vida adulta; esa carrera hacia el éxito que está llena de fracasos. La verdad es que no sabría en qué género colocarla», admite.

La autora y directora teatral Marina Salas Bruguera. Foto: LUCA ROCCHI

«En este contexto de crisis mundial, Joan se queda sin trabajo y el montaje se centra en el proceso de despido y cómo eso afecta a su vida personal», precisa. «Sin embargo, he realizado cambios en el texto que se leyó en el Torneig de Dramatúrgia. En la primera versión todo el protagonismo se lo llevaba Joan y su mujer quedaba relegada a un segundo plano. Era algo que me torturaba mucho, porque no podía escribir algo con un personaje femenino tan secundario. De hecho, aunque por el título de la obra y por su argumento parezca que él es el único protagonista, en realidad es ella, Aina, la que lleva realmente el peso de la historia, que se ambienta en esas familias en las que parece que si la mujer no está todo se desmorona. En este sentido, también está la crítica de que las mujeres no tenemos por qué sostenerlo todo todo el tiempo, los cuidados, la casa, los hijos, etcétera».

Ensayos

El pasado viernes hicieron la primera lectura y tienen previsto que los ensayos empiecen el 8 de abril. «Hemos tenido suerte de poder contar con espacios que han querido colaborar con el proyecto, ya que es muy difícil encontrar en la Isla lugares para ensayar. Primero estaremos dos semanas haciendo una residencia en el Espai el Tub –que gestiona Produccions de Ferro y que se ubica en el IES Joan Alcover–, y luego tenemos la suerte de que también lo hará el IES Guillem Sagrera, que nos deja ensayar en el centro durante las tardes. Allí estaremos otras tres semanas y, por supuesto, les hemos ofrecido hacer pases especiales para los alumnos. Finalmente, recalaremos en el Teatre sa Societat de Calvià, donde llevaremos a cabo la última semana de residencia técnica, pues en este escenario estrenaremos el próximo 18 de mayo», detalla.

Sobre esta fecha, Salas reconoce que es algo arriesgado, pues «mayo es una época en la que no suele haber estrenos, porque es al final de la temporada». «Nosotros lo hacemos al revés y dejaremos pasar el verano, luego en septiembre, cuando arranca la temporada, el público que no pudo verla antes lo podrá hacer». «Hacía más de un año que no estrenábamos nada con Las Primas de Bárbara, estábamos, como en esta obra, un poco en crisis, no sabíamos qué camino tomar. Además, es muy complicado poner en marcha proyectos personales, tanto desde el punto de vista económico como mental. Hacerlo al principio de la temporada resultó inviable y no queríamos hacerlo con prisas. Así que llega más tarde, pero llega mejor».