Una colectiva para entender el espacio público con «monumentos silenciosos»

Se trata, como señala Olmo, de una «reconstrucción» de la exposición que, por diferentes motivos relacionados con la pandemia, pasó desapercibida. «Es una muestra que tiene mucho que ver con algunos problemas que se han dado en los últimos años sobre la representación simbólica y los monumentos en el espacio público y cómo artistas mujeres han venido trabajando la crítica más silenciosa hacia el monumento. No tanto desde la negación, sino construyendo nuevos monumentos», precisa.

A partir de ahí, se han seleccionado ocho artistas procedentes de diferentes países y culturas: Ana Laura Aláez (Bilbao, pero afincada en Mallorca), Manal Aldowayan (Dhahran, Arabia Saudita), Marinella Senatore (Cava de Tirreni, Italia), Zoulikha Bouabdellah (Moscú), Kimsooja (Daegu, Corea del Sur), Ghada Amer (El Cairo), Claudia Peña Salinas (Montemorelos, Ciudad de México) y María Acha-Kutcher (Lima).

Formulaciones

«Plantean nuevas formulaciones de monumentos que permiten comprender de una manera más compleja la situación a partir de monumentos silenciosos, aparentemente no retóricos ni desde luego grandilocuentes que conectan con la vida de las personas», resume. Así las cosas, estas piezas «conectan con la vida de las personas y ofrecen una clave de una nueva posibilidad para el espacio público». «Cada artista expresa un mundo propio y ahí radica la gran complejidad y riqueza de la exposición. Al fin y al cabo, cuando hablamos de un monumento también hablamos de cómo son las vidas privadas y cómo estas definen los monumentos», concluye sobre esta exhibición, que podrá visitarse hasta el próximo 31 de marzo, en la planta noble del Solleric.