Un ayudante del artista Javier Varela colocando claveles en el monumento compuesto por 5.000 flores en el céntrica plaza de Belén. | Efe

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La Plaza de Belén de Jerez, en el barrio de San Mateo, se ha engalanado este sábado para dar el pistoletazo de salida del «Año Lola», el programa de actos del Ayuntamiento jerezano para celebrar el centenario del nacimiento de Lola Flores. Su voz se ha oído cuando eran las doce en punto, justo el momento en el que nació hace 100 años. Lola explicaba en una grabación que cuando vio la luz por primera vez sonó de fondo la Marcha Real interpretada por un acordeón y la plaza ha enmudecido como señal de respeto en un día festivo.

Cientos de personas se ha congregado en el corazón de Jerez en un acto que ha tenido la nota de color de un monumento floral compuesto por 5.000 claveles rojos. Su creador, Javier Varela, ha explicado a EFE que «es un orgullo haber participado en este momento y me emocioné mucho desde que me lo propuso la alcaldesa». El artista ha querido interpretar «el firmamento de Lola» y con unas cuerdas que daban movimiento a la estructura ha pretendido simbolar «el quejío». Ha habido color y también música.

El hielo lo rompió Lucía Aliaño, que con «A tu vera» recordó a la artista jerezana en un acto que contó también con la participación de Fernando Soto, Macarena de Jerez y la Fundación Alalá. La idea que sobrevolaba en la fiesta es que «Lola sigue viva y será eterna». Así lo afirma Ana, que conoció a un compañero de «La Faraona». «Mi madre le cosía a Diego Soto, un palmero de ella, y la adoraba, su casa es un museo de Lola. Era muy buena con todo el mundo y cuando alguien iban a su casa a Madrid a pedirle algo nunca les faltaba un plato de comida».

El magnetismo de la artista todavía es recordado por los jerezanos que tuvieron la ocasión de cruzarse con ella en algún momento. Paco Rosa, vecino del barrio de San Miguel al igual que Lola, llegó a la Plaza Belén dos horas antes de empezar el acto para no perder el mejor sitio. «Yo la conocía del barrio y la he visto muchas veces cuando yo era joven. Nada más que viendo sus andares se sabía que era una artista».

Pero no sólo los jerezanos han celebrado el centenario, ya que también había personas llegadas desde otros puntos de España. Un ejemplo es el de Verónica, natural de Miranda de Ebro que estaba por trabajo en Jerez y que no ha querido perdérselo porque Lola es «un icono de este país y es un motivo para conocer mejor esta ciudad». Han sido más de dos horas de flores, de música y de emoción. Una jornada inolvidable para aquellos admiradores de la artista, como Paca, que cree que «Lola siempre dijo con orgullo que era de Jerez y es normal que los jerezanos la recordemos para siempre».