Rodrigo Cuevas en su actuación en el Festival de Ponent. | Teresa Ayuga

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El Festival de Ponent llenó Andratx, S’Arracó y el Port d’Andratx de teatro y música este fin de semana en su primera edición. El cantante Rodrigo Cuevas abrió una cita en la que uno de los elementos más importantes fueron las tres piezas de microteatro que realizaron Aina de Cos, Marina Salas y Bernat Molina. Cada una ambientada en un espacio concreto del municipio.

En el caso de Salas, que ubicó su pieza en S’Arracó, la historia se centra en una «fiesta», que son «muy importantes para la gente de la localidad» y en ella se reflejaron «diferencias culturales o la migración», pero a través de una «historia real y sin perjudicar a nadie». De esta manera se usa lo local para «llegar a lo universal».

Coincidió con esta idea De Cos, cuya obra, Una nit, un somni repasó a través de las estaciones la vida de la abuela de Joan Porcel, «simple y sencilla» y que sirve como una manera de «recoger testimonios de la memoria colectiva y compartirla para que no quede en el olvido».

Por último, Molina escribió Estels fugits d’un cel errat en el que, a través de «pinceladas de comedia, música y drama» la historia de la familia Vera Ródenas, la primera que se fue a vivir al Port d’Andratx, donde se ambientó la trama. Esta familia, de hecho, tiene su calle allí y Molina se puso en contacto con descendientes de la misma, como Rosa Calafat, bisnieta de Antoni Vera y Margalida Rádenas. Según explicó Molina, el festival de Ponent permite «abarcar disciplinas y la multiculturalidad» de Andratx, y para Salas es simplemente «una pasada» e «increíble».