El aforo en los espacios culturales será del 30 por ciento de la capacidad de cada uno de los recintos. | Jaume Morey

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Desde la «alegría» porque «siempre es mejor abrir a tener cerrado», hasta el «enfado» y la incertidumbre del «esto es inviable económicamente». El plan de desescalada o desconfinamiento presentado este martes por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido recibido por el sector cultural con optimismo, pero con muchas dudas. Ultima Hora habló este martes con representantes del tejido cultural y con responsables políticos sobre estas medidas, que básicamente se traducen en la apertura de espacios culturales a lo largo del mes de mayo, pero reduciendo el aforo a un tercio, con asiento asignado y con medidas sanitarias todavía por concretar. En principio, el 11 de mayo se abrirán museos, salas y centros expositivos, bibliotecas y librerías, mientras que el 25 del mismo mes los cines, teatros y salas de conciertos o espectáculos en directo, y también en espacios abiertos.

«Esto es inútil, es inviable económicamente». Así de tajante se mostró Marcos Ferragut, gerente del Auditòrium de Palma, en respuesta al anuncio de Sánchez. «Un tercio del aforo te da pérdidas en muchos casos, y a eso hay que sumarle que hasta que no se abra el espacio aéreo o marítimos no podrán venir artistas a la Isla». En este sentido, Ferragut espera que «se puedan ampliar los ERTE hasta que la situación esté cien por cien estabilizada y se vuelva a la normalidad». «En lo que a nosotros respecta, esto es un ‘brindis al sol’».

Música en directo

Otro caso es el de las actividades culturales al aire libre, como conciertos y festivales, que afectarían a espacios como el recinto Son Fusteret de Palma, que coordina Grup Trui, y también el de las salas de música en directo, como Novo Café Lisboa, que gestiona Àngel Romaguera en la calle Sant Magí. «Me sorprende esta noticia, no pensaba que llegaría tan pronto», apunta. Y más allá de poder alzar la barrera, «que siempre es positivo, me preocupan más otros asuntos, como los fiscales, sobre todo el tema de los ERTE, porque nosotros tenemos a un personal contratado y no sabemos cómo va a afectar esta limitación de aforo en ese sentido», añade. «Creo que lo que va a hacer el Gobierno es un prueba-error», remata.

«Es muy buena noticia», expresó a este diario el regidor de Cultura de Cort, Antoni Noguera, responsable político del Casal Solleric, patrón del Museu Es Baluard y presidente de la comisión ejecutiva de la Fundació Miró Mallorca. «La fase de desconfinamiento creo que será progresiva, se irán abriendo espacios culturales, pero realmente me preocupa el sector privado, por lo que el Gobierno central debería plantear medidas de apoyo, desde alargar los ERTE, el objetivo del cero por ciento del IVA cultural y un régimen especial para los trabajadores de la cultura en la Islas».

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Para Imma Prieto, directora de Es Baluard, la noticia llega «cuando ya estábamos preparando medidas para poder abrir en condiciones de seguridad», como «asegurar el distanciamiento dentro del museo, aunque con un 30 por ciento del aforo será complicado que haya aglomeraciones, y dar guantes y mascarillas en la entrada». La misma opinión, aunque con algo más de entusiasmo, comparte Maria Gràcia Salvà, titular del Museu de Mallorca. «Es un notición, me parece que limitar el aforo al 30 por ciento de la capacidad es un acierto». Eso sí, «todavía tenemos que seguir trabajando en cómo lo haremos y, en este sentido, esperamos que nos den las indicaciones».

PALMA - COLAS EN EL CINE EL DIA DE NAVIDAD.

Cines

Javier Pachón, de CineCiutat, se mostró preocupado porque «a las distribuidoras les tiene que interesar el aforo que haya para sus productos, no entienden de desescaladas». Desde Aficine, Sebastià Salom y Juan Salas confían en el interés de sacar estrenos adelante y en poder abrir «a finales de junio o principios de julio cumpliendo a rajatabla todas las medidas de seguridad que nos impongan».

Maria Barceló, presidenta del Gremi de Llibreters, expresó su tranquilidad por ser el suyo un sector «que no suele recibir aglomeraciones» y asegura que estas medidas les «afectarán menos», dependiendo «de las dimensiones de cada librería». Además, añade que eran «las esperadas».

Por último, Xavier Fiol expresa la confusión de las galerías de arte: «No sabemos si podremos abrir el 11 o el 25», y prefiere mantener una posición de cautela para «valorar las medidas» de la desescalada con calma.

Las nubes parecen disiparse en el cubierto cielo de la desescalada, aunque aún cuesta vislumbrar la luz del sol tras ellas. El calendario llega con gran disparidad de reacciones, pero que la música vuelva a sonar, las verjas de las librerías suban, el arte vuelva a poblar paredes y los cines se llenen es siempre una buena noticia.