Funambulista, en una imagen promocional. | Funambulista

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Tras hacer sus pinitos al frente de la banda de hardcore KTF, siglas de Ke Te Follen, Diego Cantero se enroló en un nuevo proyecto: Funambulista. La imagen del artista circense que deambula por el alambre, metáfora de su existencia, le sirvió para espolear una carrera algo apocada hasta la fecha. Corría el año 2010 cuando su talento comenzó a enseñar la ‘patita’. Desde entonces, su vida ha sido un no parar.

El músico, compositor y cantante murciano aterrizará el próximo 16 de marzo en Trui Teatre (Palma) donde ofrecerá un concierto enmarcado en la gira de presentación de su último largo, El observatorio (2019), un disco luminoso con vistas a la cotidianeidad del corazón.

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Tras Dual (2017), un trabajo de autorreivindicación que condensaba casi 20 años de oficio como cantante y compositor, gran parte en la sombra, en el que Cantero interpretaba duetos temperamentales junto a Antonio Orozco, Dani Martín, Andrés Suárez, Pablo Alborán, Marwan y Bebe, entre otros reconocidos artistas nacionales, llega El observatorio. «Sentí que había muchas orejas pendientes de este disco, veía al público y a los medios con ganas de saber de nosotros», expresa el artista.

Para la grabación de este elepé, Cantero ha dispuesto de cuatro años en los que ha dado forma a 40 temas que, finalmente, han quedado reducidos a once. ¿Qué ha sido del resto? «Algunos acabarán siendo retales, otros puede que vean la luz más adelante. Es parte de mi proceso creativo, me gusta  trabajar con muchas canciones para acabar seleccionando las que considero mejores», explica.

De todos los elementos que le han podido influenciar en la construcción de El observatorio, un álbum que a nivel lírico es más optimista que sus predecesores, destaca uno: su reciente paternidad. «Indudablemente. La mitad de los temas los compuse cuando sabía que llegaba mi hijo, y la otra mitad cuando ya estaba aquí. Tenía ganas de radiografiar esos momentos, siento que cada canción es un diario sobre mi vida que le quedará para la posteridad». El contenido de las letras glosa «los momentos de celebración, la amistad y los recuerdos», aunque «en el fondo todas mis canciones hablan de amor».