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Catalina Rigo (Palma, 1972) descubrió el colectivo Urban Sketchers en 2009 -movimiento internacional de dibujantes urbanos nacido en Seattle-. Dos años después ya era uno de ellos, seducida por «la espontaneidad» y el carácter casi «fotoperiodístico» de su actividad, y por la oportunidad de «compartir afición con gente similar a mí».

Rigo trabajó como grafista en Televisió de Mallorca, antes pasó por el estudio de Mariscal en Barcelona en calidad de fondista -también es una Ma Isca-. Urban Sketchers le ha permitido reencontrase con el dibujo «sin pretensiones», «el resultado es lo de menos, lo importante es el proceso», el instante y el lugar que le provocan o le invitan a sacar sus rotuladores y sus pinceles, y ponerse a dibujar. También la compañía. En Palma, comparte esta afición con otro Urban Sketchers, Feliu Renom.

Esta licenciada en Bellas Artes siempre va equipada. Tiene infinidad de cuadernos en los que guarda instantes urbanos, retratos de Palma, pero también nos muestra una captura del faro de Cala Figuera con su radar detecta pateras, y revisando uno de sus múltiples cuadernos encontramos un concierto de Antonia Font, recuerdos de sus viajes, un concierto en la sede de la Filarmónica de Berlín, una jam session , o un recital de clásica en Bellver.

Cuenta Catalina Rigo que hay miembros que «se profesionalizan», aunque para ella es una afición, lo vive y lo practica así. «Este fenómeno se está convirtiendo en tendencia y se está poniendo de moda en las editoriales. De hecho, muchos libros de viajes utilizan las ilustraciones», cuenta. Pero el espíritu de este grupo de dibujantes «muy organizado» va más allá, viajan a diferentes ciudades para captar su movimiento, comparten experiencia, debaten sobre técnicas, sobre materiales y otros asuntos. Como en todo grupo no faltan líderes, «maestros» dice; y los que triunfan son aquellos que tienen «capacidad para contar cosas y no se quedan con el retrato de una ciudad sin más. Los más valorados son aquellos que provocan sentimientos, no las simples postales y el dibujo bonito».