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Las librerías de Mallorca han esquivado, de momento, la crisis, tras lograr en 2008 un volumen de ventas «ligeramente superior» al año anterior. Esto ha supuesto que ningún establecimiento dedicado a la venta de libros de la Isla ha decidido cerrar ante la actual situación económica.

El presidente del Gremi de Llibreters de Mallorca, Francesc Moll, subrayó que, pese a que el índice de lectura en Balears «no es de los más alentadores del país», el sector no ha experimentado en 2008 una disminución de ventas, con respecto a otros años, sino un aumento, aunque «no excesivo», debido a que ha habido una serie de libros «que ha animado mucho el mercado de la Isla».

«El sector nunca experimenta grandes alegrías, pero tampoco grandes deflaciones, ya que cuenta con una clientela de nivel cultural y económico relativamente estables», recalcó.

Moll dijo que 2008 ha sido «favorable» para las 35 librerías que conforman el gremio y, por otro lado, detalló que en general, los clientes se decantan por la narrativa y por las obras que se refieren a algún aspecto de Mallorca.

Respecto a la lengua, subrayó que, aunque las encuestas revelan que hay una proporción muy baja de lectores en catalán, el cliente medio de las librerías elige una obra «en función de la temática más que por el idioma».

Por otra parte, Moll recalcó que las bibliotecas son un «punto fundamental del fomento de la lectura» y, por tanto, crean nuevos lectores que, posteriormente, acuden a establecimientos especializados para buscar obras de un autor determinado.

No obstante, estimó que las instituciones deberían prestar «más atención» al fomento de la lectura, aunque reconoció que, tal como solicitaban los libreros, ya han comenzado a hacer encuestas periódicas sobre los índices de lectura, así como campañas del fomento de la literatura en catalán.