Foto de familia de los premiados que posaron junto a Catalina Cirer al finalizar la gala. Foto: TERESA AYUGA

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Dos nombres protagonizaron ayer noche los Premis Ciutat de Palma: el uruguayo Daniel Chavarría y el gaditano Manuel Jurado, que estrenaron los primeros premios en castellano de los galardones, el Camilo José Cela de narrativa y el Rubén Darío de poesía. El Llorenç Villalonga fue por segunda vez para el mallorquín y colaborador deUltima Hora Miquel Ferrà i Martorell, quien ya lo recibió en el año 1987, y, el Joan Alcover, para el poeta mallorquín Josep Lluís Aguiló. El Antoni Gelabert recayó en el malagueño Nono Bandera.

La gala se celebró por primera vez en el Teatre Municipal Xesc Forteza de sa Calatrava, un escenario improvisado tras los problemas con el viento que desmontaron el pasado 18 de enero la estructura que debía acoger el certamen y que se encontraba en el Castell de Bellver. Durante el acto, Catalina Cirer, alcaldesa de Palma, volvió a recordar que ella no era la protagonista de la noche. «Hoy la protagonista es la ciudad, Palma, en toda su complejidad, y los autores». Cirer realizó un discurso cuyo eje central fue Ciutat.«Tenemos que impulsar el futuro teniendo como referente el pasado», un presente donde «el compromiso y la reivindicación sin pancartas ni camisetas» deben conformar el presente de Palma. La alcaldesa hizo una defensa acérrima de la cultura, que «nunca debe ser patrimonio de unos pocos» y que «debe convertirse en un elemento de unión».

Homenaje
En esta ocasión, la gala de entrega de los Ciutat de Palma contó con dos únicas actuaciones que abrieron y cerraron el evento. Entre y entre, se entregaron los diferentes galardones. El uruguayo residente en La Habana Daniel Chavarría fue el primer escritor en inscribir su nombre en el Camilo José Cela de narrativa. Con la inclusión de este premio, Palma rinde homenaje a un autor que residió durante muchos años en Ciutat y que tuvo en la presencia de Marina Castaño, su viuda, a su principal valedora. «Príapos», una obra sobre la situación actual de Cuba, luchó contra otras 34 novelas y se embolsará 18.000 euros. Chavarría no pudo recoger el premio, haciéndolo en su lugar su hermana Manuela, quien reside en Palma.

«Abdalà Karim, el predicador» fue la ganadora del Llorenç Villalonga, dotado con otros 18.000 euros. Escrito por Miquel Ferrà, el libro, centrado en la guerra de independencia del Rif, competía con otros siete. Manuel Jurado y «El invitado incómodo» se llevaron el Rubén Darío de poesía, uno de los premios más concurridos ya que se presentaron un total de 94 obras. Jurado se embolsará 9.000 euros, la misma cantidad que Josep Lluís Aguiló y sus «Monstres». Natural de Portocristo, Aguiló llevaba 18 años apartado de la poesía. En 2004 publicó dos volúmenes y en 2005 empieza con un Ciutat de Palma, un buen augurio sobre todo teniendo en cuenta que «Monstres» fue la vencedora entre un total de 47 obras.

Por último, el Premi d'Arts Plàstiques Antoni Gelabert, dotado con 12.000 euros, recayó en el pintor Nono Bandera y «El gigante», una obra de técnica mixta. El autor no pudo asistir a la gala debido a que reside en Pontevedra y le fue imposible llegar a tiempo a la entrega de premios. Lo recogió en su lugar Neus Cortés. Bandera competía con otros 191 artistas.

El evento contó con la presencia de Jaume Matas, presidente del Govern; Ramon Socías, delegado del Gobierno en Balears; Francesc Fiol y Dolça Mulet, consellers de Cultura del Govern y del Consell de Mallorca, respectivamente, y con la mayoría de regidores de Cort, entre los que se encontraban Rogelio Araújo, concejal de Cultura, y María José Frau, concejala de Dinamització Ciutadana, entre otros. También pudo verse a los regidores del PSOE, Santi Morey y Ramón Torres. El PSM no acudió al evento en señal de protesta por la inclusión de los dos premios en castellano. Sí estuvo el rector de la Universitat de les Illes Balears, Avel·lí Blasco.