TW
0

La campaña de intervención arqueológica en el yacimiento de Bellpuig de Artà, iniciada a principios de diciembre por el Consell de Mallorca, ha sacado a la luz, por primera vez, una estructura muraria con restos de pavimento de trascendental importancia de cara al posterior estudio del asentamiento original. Hasta el momento, las excavaciones llevadas a cabo habían constatado la existencia de cerámicas y restos humanos pero nunca había aparecido ninguna estructura. Así lo aseguró el director de las excavaciones, Ferran Tarongí.

Se han llevado a cabo cuatro campañas, iniciadas en el 1998 y con una duración de entre 4 y 8 meses cada una de ellas.

«Ha sido una sorpresa para nosotros. No nos esperábamos este hallazgo, pues hasta el momento sólo habían aparecido restos humanos y cerámicas. Al ir retirando las piedras ha salido esta habitación que podría ser del siglo XIII, de la primera época conventual pero ahora hay que esperar que se concluya esta etapa y analizar los diferentes hallazgos. También se ha localizado lo que podría ser el acceso principal al conjunto arquitectónico».

Esta intervención está concebida como una primera fase de excavación para la posterior ejecución del proyecto básico del centro de Documentación y de Interpretación de la repoblación de Mallorca y en concreto, en la zona de Bellpuig, en Artà.

En la actualidad se excavan 300 metros cuadrados que se sitúan en la zona más oriental del ala este del convento. La superficie delimitada se excava en extensión hasta localizar la roca, exceptuando los cercos de seguridad para las especies protegidas. Esta intervención se realiza a través de procedimientos mecánicos no motorizados y el sedimento extraído es depositado en la zona noroeste del conjunto. El material arqueológico es lavado con agua, se deja secar y posteriormente se datará y se inventariará.

El Consell de Mallorca invierte en esta campaña que finalizará a principios de febrero un total de 15.000 euros. Así lo aseguró ayer el conseller del Territori del Consell, Bartomeu Vicens, que visitó el recinto de Bellpuig junto con los técnicos y las autoridades municipales. «La idea es que todo el conjunto, que hace poco ha sido declarado Bien de Interés Cultural, sea un complemento para ayudar a la desestacionalización de la economía de Artà. Que se pueda fijar una ruta cultural. Una vez finalizadas las excavaciones nuestro objetivo es restaurar la ermita en sí», añadió Vicens.

Así en el 1998 se localizaron los primeros restos humanos en el edificio de la iglesia. En la excavación de 2000 se empezó a interpretar los espacios y la distribución de usos en los mismos. Se localiza una segunda área de inhumaciones. La hipótesis de trabajo es que se trata de enterramientos generales para la peste de 1820. No se llegó a ninguna propuesta concluyente sobre la relación espacio-uso del conjunto.

En la campaña del 2001 se localizan dos nuevas zonas de inhumación: al oeste del conjunto (limitada por el muro de cierre) y en la cara sudoeste de la iglesia (tumba construida con marés). En las excavaciones del 2002-2003 se encuentran dos nuevos puntos de inhumaciones, con un volumen ingente de restos humanos. La hipótesis más firme es que se trata de enterramientos anteriores a la construcción del edificio cristiano.

El alcalde de Artà, Rafel Gili, comentó que «gracias a estas intervenciones realizadas por el Consell se sacan a la luz nuevos hallazgos importantes de cara a la promoción del turismo cultural. Es una zona muy visitada y está previsto que se incluya dentro de las rutas culturales de Artà». El conjunto de Bellpuig está formado por diferentes edificios, el más relevante por su envergadura y su relativo estado de conservación, es la iglesia. El paso de la propiedad al Consell de Mallorca se hizo en 1999, lo que facilitó la posibilidad de iniciar las tareas arqueológicas.