Urgell, junto a los dos ficheros del nuevo archivo que ya forman parte del fondo documental.

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El Arxiu del Marquès de la Torre ocupa aproximadamente unos noventa metros lineales en documentos, a los que hay que sumar más de 3.500 pergaminos, conservados y descritos por separado. Su contexto cronológico abarca desde el siglo IX hasta el XX. Ahora es el nuevo tesoro del Arxiu del Regne de Mallorca, aunque actualmente en sus dependencias sólo se encuentra una pequeña parte, que ya se cedió a esta entidad en 1972.

En los sucesivos meses irá llegando el material restante, una vez que hayan finalizado los trámites pertinentes para su completa adquisición, un proceso que ya está en marcha. Con esta nueva incorporación se reconstruirá su unidad documental. El Consell de Govern acordó a finales del mes de julio ejercer el derecho de tanteo y retracto para adquirir el citado archivo, con el que se iba a hacer la Generalitat tras la opción de venta emitida por las familias mallorquinas Despuig y Truyols.

La adquisición del Arxiu del Marquès de la Torre supone una inversión de 850.000 euros. El Consell de Govern autorizó a finales de julio al Conseller d'Educació i Cultura para que disponga del gasto necesario para su compra y delegó al conseller de Economia, Hisenda i Innovació la formalización de su adquisición. El CIM también ha intervenido en el proceso de adquisición.

Según fuentes del Govern se prevé que la compra se efectúe en cuatro pagos: en 2004, se abonarán 127.500 euros; en 2005, 382.500 euros; en 2006, 170.000 euros y en 2007, otros 170.000 euros. Una vez formalizada la compra, el fondo -en proceso de catalogación como Bé d'Interés Cultural (BIC)- se depositará en el Arxiu del Regne de Mallorca.

Según el director de este archivo, Ricard Urgell, «constituye uno de los archivos nobiliarios más importantes de la Isla, sobre todo porque se encuentra entero e intacto». Urgell se siente satisfecho con la adquisición. Asegura que no se «debe polemizar acerca de la competencia por la adquisición de los archivos» y destaca el valor del material adquirido.

Como buena parte de los archivos nobiliarios de Mallorca, este archivo se ha formado por la anexión de diversos fondos documentales en torno a un tronco original, en este caso de las familias Despuig y Truyols. Desde un punto de vista documental, se ajusta a los cánones de lo que son los archivos nobiliarios: un conjunto de documentos, o la reunión de distintos fondos, que reflejan la actividad familiar en distintos ámbitos -patrimonial, económico y legal, básicamente-. Así, por ejemplo, la documentación de los archivos de los Despuig y Truyols se hace eco del papel económico, social y político de la nobleza mallorquina desde época de la conquista, la estructura y funcionamiento de las posesiones agrarias o la constitución familiar.

En el caso del fondo Martín Gil de Gaínza, el interés se centra en el estudio de la ingeniería militar de Mallorca en la edad moderna. Si se trata del cardenal Despuig, la documentación, aunque incompleta, tiene importancia para el estudio de la Iglesia en el siglo XVIII, la Ilustración y la «Sociedad Económica Mallorquina Amigos del País», el fondo de la cual se conserva también en el Arxiu.

«En su estructura hay secciones correspondientes a la administración del patrimonio familiar junto a otras que reflejan la presencia en la administración pública». En este sentido, añadió que «se trata de un fondo de gran importancia para el estudio del feudalismo clásico, pero también para mejorar el conocimiento paleográfico, diplomático y filológico de los investigadores».