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El retablo del Corpus Christi, el más importante de la Catedral, estará restaurado el próximo mes de junio. Desde el pasado septiembre, un equipo de cinco restauradores y conservadores trabajan en la recuperación de esta obra renacentista del siglo XVII del escultor y arquitecto Jaume Blanquer. Las principales patologías detectadas provienen del envejecimiento natural de los materiales originales. Entre éstas sobresalen factores de carácter medioambiental como, por ejemplo, «una extrema humedad o la gran acumulación de polvo que ha ido posándose a lo largo de los años». También es significativa la cantidad de cera que ha acumulado el retablo durante años debido a la antigua iluminación de la Seu, y, también, algunos «pequeños destrozos y desprendimientos» derivados del uso litúrgico que, principalmente durante el periodo neoclásico, tuvo el retablo del Corpus Christi.

El delegado diocesano de Patrimoni, mosén Pere Llabrés, explicó que «durante el siglo XVIII el retablo se utilizó como fondo para ubicar la casa Santa de la Seu durante Pascua y, con la colocación de damascos y otros ornamentos, algunos elementos como dedos de las figuras o vestidos se estropearon». Ésta es la primera vez que el retablo, íntegramente trabajado en madera policromada, se somete a una restauración científica. A lo largo de los siglos, muy por encima y sin ningún tipo de rigurosidad, se hicieron trabajos de limpieza superficial y se aplicaron barnices para conservar lo que con el tiempo ha ido apagando la coloración original. Hasta el momento, uno de los rasgos más curiosos descubiertos es la firma de Blanquer. Llabrés explicó que el retablo siempre había sido atribuido a este escultor, pero, ahora ya se tiene la constatación gracias al hallazgo. «La firma del autor se ha localizado en los pies del Sant Crist», dijo el delegado diocesano.

El trabajo también ha servido para revisar el complejo entramado de madera que supone la estructura de este retablo, que se ha aprovechado para sacar a la luz el sistema constructivo. Un sistema, por lo que ha podido determinarse, bastante complejo y que ahora también estará bien consolidado para el futuro. En lo que concierne a la policromía, los restauradores han constatado a través de métodos científicos, los diversos patrones ornamentales. De esta manera podrá, ahora, distinguirse aquellas partes que son originales de las que no lo son y así conocer cuál fue la primera intención del Jaume Blanquer. La restauración forma parte del Pla de Catedrals impulsado por el Gobierno. La empresa Tracer Conservación y Restauración es la encargada de llevar a cabo el trabajo.