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PAQUITA GIMÉNEZ En unos tiempos dominados por los avances de la ciencia en contraposición a la precariedad que se manifiesta en los movimientos migratorios humanos, el arte contemporáneo camina en dos direcciones: la producción que tiende a la homogeneización, debido a la proliferación de la cultura global, y a las manifestaciones multiculturalistas, que permiten captar las diferencias. «Parc Humà. Una exposició de criatures globals» pretende ser el punto de encuentro entre ambas tendencias.

La muestra conceptual que se inaugura hoy en el Centre de Cultura Sa Nostra, y que se podrá visitar hasta el 27 de noviembre, «reflexiona a través de las obras de 14 artistas, sobre los comportamientos humanos actuales» y experimenta en campos relativamente ajenos al arte como el descubrimiento del genoma y el debate sobre un posible retorno del humanismo. Así, la coproducción de Sa Nostra y el Palacio de La Virreina de Barcelona se presentó como una muestra «muy especial» y «tenebrosa».

La subdirectora del centro, Magdalena Aguiló, calificó así la exposición, que ha sido comisariada por Iván de la Nuez y Frederic Montornés con el fin de conseguir «mezclar conceptos como la ironía, la violencia y la incomunicación», entre otros aspectos habituales en la sociedad actual. Acompañados por los artistas Montserrat Soto y Frank Thiel, los responsables de la muestra explicaron que, a partir de este caleidoscopio de propuestas, «Parc Humà» plantea su recorrido como un viaje, que invita al espectador a reflexionar sobre los distintos aspectos que rodean y condicionan la vida cotidiana del hombre a diferentes escalas.

Entre otros, se representan los movimientos migratorios (Azaceta), los estragos ocasionados por la descomposición del régimen soviético (Karin Sander), las actitudes de violencia e incomunicación (Chris Cunningham, Juan Muñoz) y el esfuerzo de levantar el vuelo cuando uno ha caído (Guillem Nadal).