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El restaurador de arte José María Pardo Falcón ha sido elegido nuevo académico de la Real Acadèmia de Belles Arts de Sant Sebastià. El nombramiento se produjo durante la última reunión de los académicos, que tuvo lugar el pasado 11 de abril. Así lo confirmó ayer Rafael Perelló Paradelo, secretario de la entidad. José María Pardo ha sido elegido para la sección de artes plásticas, concretamente para ocupar el cargo dejado por el pintor Ramon Nadal, fallecido recientemente. Tal y como explicó ayer Rafael Perelló Paradelo, con este nombramiento en la Acadèmia de Belles Arts de Sant Sebastià sólo queda una vacante, la dejada con la muerte de Pere Quetglas, Xam, aunque aseguró que «ya no será en este curso cuando se realice este nombramiento».

Tal y como establecen los estatutos de esta entidad, actualmente José María Pardo tiene un plazo de seis meses para responder a la petición y preparar el discurso de ingreso. Una vez leído, el restaurador de arte se convertirá en académico numerario. Rafael Perelló Paradelo explicó que los académicos en la elección de Pardo han destacado su larga trayectoria profesional y concretamente su trabajo como restaurador de obras de arte y comisario de exposiciones. En este sentido, José María Pardo valoró muy positivamente la elección y destacó que «me ha alegrado la elección por ser un reconocimiento a mi trabajo», aunque se mostró sorprendido, ya que «no me lo esperaba, aunque ha sido una sorpresa muy agradable».

Valoró el hecho de que se haya distinguido con este nombramiento a un restaurador. «Es una manera de valorar el trabajo. También me ha sorprendido por ser yo un restaurador, no un pintor, aunque antes la conservación de las obras de arte era una competencia de los mismos pintores». José María Pardo también valoró su nombramiento como una renovación generacional que se está llevando a cabo en la Acadèmia de Belles Arts de Sant Sebastià, «y esto es también muy positivo». José María Pardo (Sevilla, 1951) se licenció en 1974 en bellas artes por la Universitat de Barcelona. En 1975 fijó su residencia en Mallorca. Se ha especializado en conservación y restauración de obras de arte. Uno de sus últimos trabajos más importantes fue la restauración del valioso retablo de Sant Jordi, de Pere Niçard.