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El director general de Cultura, Pere Muñoz; el arquitecto José Luis Martín Clabo, autor del proyecto; y el arquitecto del Ministerio de Cultura, Joaquin Bau, presentaron ayer el inicio de las obras de construcción de la biblioteca pública de Can Salas, situada en la Porta de Santa Catalina, un centro que costará algo más de 1.000 millones y que estará construido en 2002.

El inicio de las obras, adjudicadas por 626 millones de pesetas a la empresa FCC resultó algo fantasmagórico, pues en el solar aún no han entrado las máquinas, pese a que las obras están adjudicadas desde el pasado 27 de julio. Con el inico de estas obras se inicia el final de una larga trayectoria, no exenta de violentas polémicas, que tuvo su principio en 1987, cuando se planteó la necesidad de hacer una biblioteca pública en Mallorca. Cinco años se tardó a buscar un lugar adecuado y en 1992 se adquirieron los terrenos de Can Salas por 397 millones de pesetas. Seis años después se abrió el concurso público, que acabó ganando José Luis Martín Clabo. En junio del pasado año, el Consejo de Ministros aprobó una inversión de 743 millones de pesetas para la construcción de este centro.

El proyecto de edificación consta de una superficie de 4.808 metros cuadrados divididos en cuatro plantas. En el sótano y semisótano estará el área de préstamos, el fondo antiguo y el depósito. En la planta baja habrá una sala de actos, una hemeroteca y otra sala de préstamos. La primera planta será para una zona infantil y juvenil, mientras que en la segunda habrá una sala de lectura y otra destinada a los investigadores. La última planta será para las oficinas.

La intención de los responsables de las obras, según Clabo, es «realizar un espacio abierto» para que la gente lo considere «un lugar muy asequible», a diferencia de las bibliotecas convencionales.