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TONI LIMONGI El escritor Baltasar Porcel llegó ayer a la ciudad italiana de Certaldo para recoger el premio literario Boccaccio, un prestigioso premio internacional que reconoce toda una carrera literaria. «En Italia han sido los críticos literarios los que han querido premiar mi obra», aseguró ayer el autor de «Cavalls cap a la fosca».

De camino a Certaldo, el escritor andritxol reflexionó sobre la naturaleza de los premios literarios en los países del Mediterráneo y apuntó que «me sorprende el hecho de que los premios en España sean más bien promociones comerciales o concesiones del Estado. Esto no pasa e Italia o Francia donde es un grupo de expertos los que deciden premiar la obra de un autor determinado». Porcel habló en Italia de Mallorca en el sentido que es un lugar emergente donde hay una alta calidad de vida. «El Mediterráneo no está muerto, sigue vigoroso».

El premio Boccaccio ha recaído sólo, hasta el momento, en dos españoles: Luis Sepúlveda (1988) y Manuel Vázquez Montalbán (1993). Otros galardonados son el escritor Antonio Skarmeta o el periodista Indro Montanelli.

El premio se otorgará hoy en un acto al que se prevé que asistan casi 300 personas, entre ellos importantes personalidades del mundo literario y cultural italiano. El conseller de Cultura del Govern balear, Damià Pons, ha remitido una nota de felicitación por el galardón y también el embajador de España en Roma, Joan Prat, ha felicitado al escritor mallorquín.

Baltasar Porcel declaró ayer en el incomparable marco de la localidad de Certaldo, ciudad natal de Boccaccio: «Leí 'El Decameron' en los años 60, en aquella Mallorca ahogada por la política y por la iglesia. El mundo estrecho de los curas. Al leer este libro parecía que trasgredías fronteras, pues la gente fornica, engaña, se divierte... esto era inconcebible en aquella época».