El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en el besapiés el Jesús de Medinaceli | CARLOS LUJÁN/EUROPA PRESS

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El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha pedido al Jesús de Medinaceli por las víctimas del atentado del 11 de marzo y sus familiares, dos semanas antes de que se conmemore el 20 aniversario, en el que fueron asesinadas 193 personas.

«He venido a honrar la tradición como alcalde de Madrid de ponerme a sus pies y, además, en un día muy especial porque he recibido la condición de esclavo de honor de la Archicofradía de Jesús de Medinaceli y, por tanto, me siento profundamente orgulloso de poder tener esta distinción», ha expresado el alcalde, quien ha visitado hoy la Basílica de Jesús de Medinaceli, siguiendo la tradición de venerar y dar culto a la imagen del Cristo el primer viernes de marzo.

También ha asistido a esta tradición el Rey Felipe VI, ya que se trata de una tradición arraigada en la Familia Real desde hace casi 300 años. Ha asistido esta mañana al besapiés, 'relevando' así a la Reina Sofía, que es quien ha representado en los últimos años a la Casa del Rey en este acto simbólico.

Por su parte, Almeida ha subrayado que este reconocimiento representa «a todo el pueblo de Madrid» y ha ensalzado la «extraordinaria labor» la archicofradía «no solo desde el punto de vista apostólico para los creyentes, también desde el punto de vista asistencial en esta ciudad de Madrid realizando una labor social muy digna de elogio», tras participar en el besapiés a Jesús.

Este año, el alcalde ha pedido por las víctimas de aquel «trágico y dramático» del 11 de marzo de hace 20 años, que todavía llevan en el corazón todos los españoles y madrileños. «Le he pedido especialmente a Jesús de Medinaceli obviamente por las víctimas, por sus familiares, por sus seres queridos para que les llevemos siempre en nuestro recuerdo y para que también guíen nuestro futuro en paz como sociedad», ha expresado.

También ha tenido espacio en sus peticiones para «el pueblo de Madrid» y, a nivel particular, espera que todo vaya bien en un «importante acontecimiento personal», cuando queda un mes para su boda.