Los tres 'Bocanegra' acusados del tiroteo mortal en el cementerio de Torrent | ROBER SOLSONA

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Tres personas pertenecientes al clan de los 'Bocanegra' acusadas de matar a tiros a dos hombres en el cementerio de Torrent (Valencia) y de herir a un tercero el Día de Todos los Santos de 2021 han negado los hechos y han asegurado que ese día no estaban allí.

Los acusados, una pareja y uno de sus hijos, se han sentado este lunes en el banquillo de la Audiencia de Valencia ante un jurado popular. La Fiscalía atribuye a los tres acusados, en su escrito de calificación provisional, dos delitos de asesinato consumado, un delito de asesinato en grado de tentativa y un delito de tenencia ilícita de armas.

Por este motivo, el ministerio público reclama para el hijo de la pareja, autor material de los disparos, la pena de 51 años y medio de prisión; mientras que solicita para los padres 45 años y medio de cárcel, así como el pago de diferentes indemnizaciones.

Por su parte, las defensas de los acusados reclaman la absolución para sus representados al alegar que los mismos no se encontraban en el cementerio el día de los hechos y tampoco efectuaron disparos. Han aludido a versiones contradictorias de los testigos y han resaltado que no hay prueba contra ellos. «Ante la más mínima duda, hay que absolver», ha dicho un letrado de la defensa al jurado.

Los hechos se remontan al Día de Todos los Santos de 2021 cuando hubo un tiroteo en el cementerio de Torrent con dos personas fallecidas, una de ellas del clan de los 'Marco', y otra herida. Como consecuencia fueron detenidas tres personas, una pareja y su hijo del clan de los 'Bocanegra'. Los arrestos tuvieron lugar cuatro meses después de los hechos puesto que habían huído.

El fiscal mantiene que entre los 'Bocanegra' y los 'Marco' había habido ciertos conflictos antes del tiroteo y ese día ambas familias se encontraron en el cementerio y comenzaron a gritarse y a amenazarse. Después empezaron a golpearse con sillas y palos. En un momento dado, la acusada, de 61 años, sacó una pistola que ocultaba en la ropa y se la dio a su hijo para que disparara contra la otra familia.

Así, el hijo --según el fiscal-- comenzó a efectuar disparos en el cementerio contra personas que no tenían posibilidad de protegerse. Los tiros alcanzaron a tres hombres y dos de ellos murieron en el acto. Uno no tenía ninguna relación con las familias. El tercer perjudicado, hijo de uno de los fallecidos del clan, resultó herido en una pierna y sufrió lesiones que tardaron 15 días en curar.

Los acusados han negado este relato. Así, según ha indicado el padre durante la vista, el día de los hechos estuvo por la mañana en el cementerio de València, en la lápida de su padre y de su hermano, «como todos los años». El hombre, a quien conocen como 'El Mone', se encontraba en ese momento junto a su mujer y sobre las 11.30 horas llegaron a casa.

Fue ahí cuando, según su versión, los vecinos le contaron lo que había pasado en el cementerio de Torrent: «Sé que hubo una pelea y que habían matado a uno pero no sabía quién había sido. Yo estaba en el cementerio de València y hay unos kilómetros. No voy a estar en los dos lados a la vez. Fui con mi mujer y mi hijo --el otro acusado en esta causa-- estaba en Aranjuez», ha dicho.

«Estaba todo revuelto en el barrio y nos marchamos de allí porque mis nietos nos decían que venían a matarnos desde Cartagena y Murcia unos 14 ó 15 coches. Y no me iba a esperar a que nos mataran sin hacer nada», ha señalado. Y ha añadido: «Entonces, nos fuímos de allí yo y mi mujer. Estaba todo desatado. Fuimos primero a Aranjuez, donde estaba mi hijo, y de ahí a Puertollano a casa de una hija mía» hasta que les arrestaron.

El acusado ha afirmado que no tenía pistola ni licencia de armas. También ha señalado que conocía a la familia de las víctimas porque vivían en el mismo pueblo desde hacía muchos años pero ha negado algún problema con él: «Yo no, mi familia sí». En 2016 ha dicho que sí le pegaron un tiro a él y a su hijo pero no se les condenó por no quedar acreditado que habían sido ellos.

La mujer ha coincidido con el relato de su marido y ha asegurado que el día de los hechos no fue al cementerio de Torrent. También ha negado desavenencias con la familia de las víctimas: «Nunca jamás en mi vida he discutido con ellos. Nunca he tenido una mala palabra con ellos», ha aseverado.

Sangre en el cementerio

La mujer, preguntada por el motivo por el que se encontró sangre suya en el cementerio, ha dicho: «Yo no tengo ningún apuñalamiento. ¿Cómo va a haber sangre mía allí? Fuí el día de antes de Todos los Santos a poner flores a un hijo». E interpelada por si pudo cortarse o algo, ha dicho: «No lo sé, no me dí cuenta. Quizá me pincharía con algo». Sobre la marcha a Puertollano ha señalado que se fueron «por miedo a que vinieran los gitanos y nos mataran», ha subrayado.

El hijo de la pareja acusado del tiroteo, conocido como 'El Bobo' --según ha dicho él--, también ha negado problemas con la familia de las víctimas y ha explicado que el Día de Todos los Santos estaba en Aranjuez porque operaban a un sobrino suyo. «Ese día yo no estaba en el cementerio. El día 23 de octubre salgo de Valencia a Aranjuez. Me fuí para que la policía me dejara tranquilo. Operaban a mi chiquillo y me fuí, a mi sobrino», ha expuesto. Luego, ha agregado, sus padres acudieron allí y le explicaron lo que había pasado. Todos juntos se fueron a Puertollano.

Durante la vista también han declarado como testigos los hijos de uno de los fallecidos que no tenía relación con ningún clan. Ese día había ido al cementerio a visitar la lápida de su mujer. Según ha indicado el hijo, se cruzó con su padre allí, estuvieron hablando y luego se despidieron y él se fue a ver la tumba de sus abuelos.

En un momento dado, oyó dos o res disparos y salió por la parte de atrás del cementerio junto a otras personas: «Pensaba que mi padre ya se había ido. No fui hacia la zona de los disparos por si me encontraba con el problema», ha narrado. Mañana se retomará la vista a las 10 horas con más testificales.