En una rueda de prensa este miércoles, han explicado que las presuntas mafias y grupos explotan a personas vulnerables captadas en países en condiciones de vida precarias y las convierten en víctimas de tráfico de seres humanos, según un comunicado.
Los Mossos d'Esquadra realizaron el año pasado 10 investigaciones policiales sobre presuntas explotaciones de tráfico de seres humanos, y detuvieron a nueve personas como presuntos responsables de este delito.
Sin embargo, la Unidad Central de Tráfico de Seres Humanos del cuerpo tiene abiertas este año nueve investigaciones de este tipo: cuatro con la finalidad de explotación sexual, tres con la finalidad de explotación laboral y dos más con la finalidad de realizar actividades delictivas.
Desde el 2016 y hasta el 2022 se ha atendido a 51 víctimas de tráfico de seres humanos, "aunque se tendría que sumar la cifra de aquellas víctimas que están contempladas como testigos protegidos en varios procedimientos".
En Barcelona, los Mossos d'Esquadra trabajan coordinadamente y en colaboración con el Grupo de Tráfico de Seres Humanos de la Guardia Urbana y, durante el operativo de este mes de junio, se detuvo a dos personas que presuntamente obligaban a practicar mendicidad a dos hombres "en una situación de extrema vulnerabilidad".
Asimismo, también iniciaron el 28 de marzo el dispositivo Makosh, con el objetivo de atender y proteger a aquellas personas refugiadas que llegaban a Catalunya durante la guerra de Ucrania, y elaboraron un documento de información, recomendaciones y autoprotección dirigido a los refugiados.
Perfil víctimas
La mayoría de víctimas de tráfico por explotación sexual son mujeres de países del África subsahariana, que presuntamente son impulsadas a viajar a Europa "bajo el engaño de un trabajo legal y la promesa de obtención de papeles".
Una vez aquí, las mujeres "están obligadas a prostituirse, sometiéndose a innumerables violaciones y agresiones sexuales durante años".
Las víctimas de tráfico por explotación laboral o para cometer una actividad delictiva pueden ser hombres y mujeres, y destacan 13 víctimas de nacionalidad vietnamita durante una investigación en 2017, y 17 víctimas de nacionalidades marroquí y española en una investigación en 2020, mientras que en 2019 se desmanteló una presunta organización que explotó a seis ciudadanos rumanos, a los que se tiene que sumar las víctimas de Bangladesh de un operativo en mayo.
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