Imagen de archivo de un bebé en la UCI de Son Llàtzer. | Emilio Queirolo

El ingreso hospitalario de bebés a causa del Virus Respiratorio Sincitial (VRS) que está detrás de la gran mayoría de las bronquiolitis se ha reducido más de un 70 % en las últimas semanas gracias al nuevo anticuerpo que en Baleares suministra a los menores de seis meses desde hace poco más de un mes.

El virus sigue circulando en lo que se considera su temporada alta pero lo hace sin apenas riesgos. Los ingresos han bajado tanto en planta como en las unidades de críticos y si bien ahora, comparado con el año anterior, la reducción es del 70 %, se espera que al finalizar la época de invierno sea muy superior. «El año pasado hubo más de 50 ingresos en Son Espases, entre 54 y 57, y este año llevamos 15 pero el último que terminó en UCI es del 11 de diciembre, y esto no se vio en otras temporadas», explica el responsable de críticos pediátricos de Son Espases y coordinador autonómico de pediatría, Juan Carlos de Carlos.

«La explosión habitual de casos es a finales de diciembre y principios de enero, lo vemos cuando se analiza a los niños que van al hospital por procesos respiratorios. Ahora estamos en una época en la que Atención Primaria y Urgencias recibe mucho VRS, gripe y rinovirus sin embargo, los ingresos, que son los que están más graves han bajado de una forma importante», añade el especialista.

La nueva situación se debe a que hace un mes se empezó a suministrar el medicamento para el VRS, mal llamado vacuna, pues pese a ser un pinchazo técnicamente se inoculan los anticuerpos y el cuerpo no tiene la necesidad de fabricarlos. Esta caída de ingresos es totalmente excepcional y sólo se vio el año 2020 con la irrupción de la COVID, cuando dejaron de circular el resto de virus respiratorios.

En la actualidad prácticamente el 100 % de los recién nacidos salen protegidos del hospital y al menos dos de cada tres niños de menos de 6 meses se ha puesto el medicamento gracias al rescate activo por parte de los pediatras, «aunque el objetivo es llegar al 90 %, al máximo».

La ‘vacuna’ consigue que la infección no se desarrolle con gravedad, si bien «cuando se analiza el moco en Urgencias, sigue saliendo el VRS», advierte De Carlos. «Es un virus que afecta a los más pequeños porque su sistema inmunológico no lo conoce e inflama los bronquiolos. Cuando van creciendo, ya hay más contacto con el virus, se inmunizan de forma natural y el VRS cursa como un catarro, incluso sin apenas tener síntomas», añade.

El doctor De Carlos explica que los bebés tienen una vías respiratorias muy pequeñas con lo que se obstruyen con más facilidad ante cualquier inflamación. ¿Puede llegar a ser mortal? «Sí, afortunadamente pasa menos de una vez por cada mil ingresados, es excepcional pero se ponen mal y pueden requerir una o dos semanas de hospitalización».

Los peligros continúan pues a una parte de los afectados «le queda más reactividad bronquial y tiene más riesgo de tener asma al ser mayores». Todavía no se sabe si el suministro de anticuerpos paliará este tipo de afectación, pero se estudiará en los próximos años.

Este medicamento llamado nirsevimab tiene una duración de entre cinco y seis meses, es decir, el periodo de más riesgo. Su aprobación es reciente, de hecho sólo Francia y España lo suministran de momento, «también está aprobada una vacuna del VRS para las embarazadas que permitirá que la madre proteja a su hijo durante los primeros meses», explica el experto.

Hasta el momento sólo se ponía una vacuna a los prematuros de menos de 35 semanas o a niños con enfermedades de riesgo de menos de dos años. «Era menos eficaz y su desventaja es que solo duraba un mes y había que poner cinco o seis inyecciones».