El escultor cubano, Ernesto Rodríguez, posando en su estudio con uno de los premios diseñados para esta primera edición. | Pere Bota

El escultor cubano, Ernesto Rodríguez, diseñó y elaboró los trofeos que recibieron los 15 galardonados en los primeros Premis Gastronòmics Mallorca, que se entregaron el pasado martes 17 de octubre en Son Amar. La obra de Rodríguez conecta con culturas y sensibilidades muy diferentes, debido a su trayectoria y trabajo con otros artistas; además, ha leído y viajado cuanto ha podido para ilustrarse. «Creo que me ha servido para desarrollar un tema multicultural», comenta. Para este artista, «todo sería más complicado, aburrido y triste sin arte».

Inspiración

Una representación de la posidonia fue el tema que escogió este escultor cubano para inspirarse y crear la estatuilla que serviría de galardón a los premiados. «El diseño son 15 posidonias diferentes, me pareció más divertido así. Es un tema muy relacionado con las Baleares, hay una relación obvia: pescamos en el mar, nuestra cultura está directamente relacionada con el mar, y nuestra gastronomía está llena de ingredientes marinos. La posidonia es el mar, es de alguna manera la base de nuestra identidad».

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Su obra, representada en estos trofeos, es un homenaje a la vida que fluye en el mar y a la relación intrínseca entre la gastronomía y el arte. Y es que a la hora de realizar las figuras, el escultor reflexionó sobre la conexión entre la gastronomía y el arte; en este sentido, comentó: «creo que existe una relación evidente, no hay más que ver la cantidad de libros editados sobre fotografía de platos que son auténtico arte. Y en este caso, la relación entre la posidonia y los productos que nos da el mar es importantísima». Sus posidonias tienen una textura y relieve muy sugerentes, sobre ellas Rodríguez señala que «son esmaltes lustrados que mezclo. He inventado estos colores, que no tienen un color definido, son como verdosos, azules, plateados...».

«El diseño son 15 posidonias diferentes, me pareció más divertido así»

Rodríguez admite la influencia del escultor francés Auguste Rodin en su obra. Explica que «me impresionó mucho su obra cuando la vi en París, tiene piezas que cuando te acercas a ellas son totalmente abstractas y, sin embargo, cuando te alejas son absolutamente figurativas, eso me pareció para su época algo modernísimo. Es sin duda atemporal».

Identidad

Ernesto Rodríguez invita a contemplar su arte como una expresión de la belleza, la vida y la relación entre culturas. Sus esculturas, como las posidonias que inspiraron los Premis Gastronòmics Mallorca, abren una puerta para conocer más cerca la esencia de este artista cubano. «El paso del tiempo, pero plasmado de una forma bella, no me gusta retratar al hombre en su decrepitud». Este es el ‘gran tema’ del trabajo de Rodríguez.

«La posidonia es el mar, es de alguna manera la base de nuestra identidad»

Sobre el concepto de belleza, Rodríguez tiene su propia su definición: «La belleza, a parte de tener unas formas anatómicas que pretenden inspirarse un poco en aquellos iconos griegos, hace una reflexión sobre las cosas que nos han pasado como personas; por eso mis esculturas están rotas, tienen cicatrices. Creo que la belleza no es solo esa belleza apolínea, sino también una belleza de experiencia y sabiduría». Y sobre la esencia del artista, Rodríguez sostiene que «para un artista lo más duro es perder la ilusión, te puede crear una batalla interior grande».