Antonio Sánchez, centrocampista del Real Mallorca. | Pilar Pellicer

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Siete jornadas por delante y seis puntos de margen. Al Real Mallorca le falta un último estirón para alcanzar la permanencia, aunque en el vestuario tienen muy claro que «lo que viene ahora va a ser duro y difícil». Así lo ha recordado Antonio Sánchez, que a su vez asegura que el equipo está preparado para el tramo final, que comienza el lunes en el Sánchez Pizjuán y que continúa el fin de semana siguiente en el campo de otro rival directo, el Cádiz. «Sabemos que va a ser decisivo e importante. Estamos muy concienciados de que tenemos que seguir en este camino de sumar puntos pronto para así poder acabar bien la temporada. Y con muchas ganas de este partido de Sevilla».

«Sabemos que puede ser un punto de inflexión», destaca Antonio Sánchez en unas declaraciones difundidas por el propio Mallorca acerca del partido que cerrará la 32ª jornada en Primera División. «Puede marcar la temporada porque salir de Sevilla sumando te da esa tranquilidad para ir a Cádiz, que sabemos que va a ser una guerra ya que ellos se juegan la vida», añade el canterano mirando un poco más allá. «Tenemos que darle mucha importancia para que no se nos ponga la cosa difícil con lo que viene».

Pese a la derrota contra el Madrid en Son Moix del pasado sábado el Mallorca mantiene un colchón de dos partidos con respecto a las plazas de descenso, aunque el hecho de enfrentarse de manera consecutiva y lejos de Son Moix a dos rivales directos marcará su tendencia en el campeonato. La plantilla regresaba este miércoles a los entrenamientos en Son Bibiloni y de aquí hasta el domingo se ejercitará en sesiones matinales para preparar su cara a cara frente al Sevilla.