Imagen del entrenador del Real Mallorca, Javier Aguirre, durante el partido disputado este sábado ante el Getafe en el estadio de Son Moix, en Palma. | Miquel Àngel Borràs

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El entrenador del Real Mallorca, Javier Aguirre, aseguró que ante el Getafe su equipo volvió a quedarse con el «saborcito agridulce» de la derrota sufrida en su visita a la Real Sociedad. El técnico mexicano lamentó que los suyos no encuentren «relación entre lo que hacemos con lo cosechado», aunque también subrayó que era «absurdo» quedarse sólo con las sensaciones porque «lo que cuenta es que la pelota entre» y les está faltando «un puntito en el área del rival».

«El equipo no encuentra el premio pero hay que seguir», resumió el entrenador del Mallorca. «Tuvimos entre 10 y 12 tiros, nos topamos con el portero, una clara de Muriqi, llegadas de Jaume Costa y Dani Rodríguez... son jugadas en las que esperas más y no hay correlación entre lo que produces y generas y lo que consigues», argumentó. «Tuvimos un 60% de posesión, ocasiones en el balón detenido y sabíamos que iba a ser un partido duro con duelos y segundas jugadas en el que respondimos, pero todos estos datos se van a la basura cuando te vas con 0-0 y con un punto», añadió Aguirre, que evitó entrar en polémicas por las interrupciones provocadas por el Getafe y expresó su «respeto por todos los rivales».

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El entrenador del Mallorca aseguró que no va dejar «que nadie se venga abajo» y celebró el apoyo de una afición que según él estuvo «de diez». «El entorno de aficionados y prensa nos trata bien y entiende nuestros momentos, lo que es algo que nos tiene tranquilos. El equipo hace lo que tiene que hacer y está faltando la guinda del pastel. Ya entrara algún día. Estamos mal en resultados pero estoy contento de los últimos partidos desde la debacle en Girona y creo que la gente lo valora, lo que nos da tranquilidad», apuntó Aguirre, que afirmó que no sentirse cuestionado por el pobre bagaje de puntos.

El preparador mexicano consideró que la falta de eficacia rematadora responde en mayor medida a una cuestión «técnica más que mental porque tenemos jugadores con el culo pelado y la confianza alta» y apuntó que la única salida es «seguir insistiendo».