El polaco Robert Lewandowski (i), del FC Barcelona, lucha con el belga Siebe Van der Heyden (d), del Mallorca, durante el partido de la séptima jornada de LaLiga entre el RCD Mallorca y el FC Barcelona, hoy martes en Son Moix, Palma de Mallorca. | Cati Cladera

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La revolución en el once planteada por Javier Aguirre para recibir al Fútbol Club Barcelona propició que el Real Mallorca contara con el que posiblemente sea el banquillo más caro de la historia del club. Samú Costa fue la única cara nueva de la temporada que inició el duelo ante el conjunto azulgrana, mientras que los fichajes estrella Sergi Darder y Cyle Larin aguardaron su oportunidad en la segunda mitad. Más de 25 millones en traspasos arrancaron el choque junto al técnico mexicano, que acabaría tirando de ellos en la segunda mitad tras una notable renovación del once que había caído con estrépito en Girona.

El Real Mallorca cerró sus movimientos del mercado de verano con un gran desembolso en operaciones como las de Sergi Darder o Cyle Larin, cuyos traspasos se cerraron alrededor de los 8 y los 7,5 millones más variables respectivamente. El tercero de esta lista de fichajes en cuanto a coste (tres millones de euros) fue Samú Costa, que sí fue titular en la sala de máquinas mallorquinista en el empate ante el Barça. Ni Van der Heyrden (2,7 millones de euros), ni Manu Morlanes (2,5 millones por la opción de compra obligatoria tras su cesión), ni Omar Mascarell (600.000 euros) fueron de la partida ante el Barça. Tampoco tuvieron sitio dos efectivos que llegaron libres esta última ventana como Toni Lato o Iván Cuéllar, lo que supuso que sólo uno de los 'nuevos' entró en el once teniendo en cuenta que Nastasic ya defendió la elástica bermellona la pasada campaña.

En el banquillo bermellón ante el campeón de liga también estuvieron Dominik Greif y Amath Ndiaye cuyas incorporaciones rondaron los tres millones de euros cada uno, lo que eleva la cantidad del que posiblemente sea uno de los banquillos más caros de la historia del Real Mallorca hasta los cerca de 25. No obstante, al margen de las cifras, la alineación con la mayoría de jugadores de la temporada pasada también puede abrir un debate sobre los planes de Javier Aguirre con las altas de la plantilla. El preparador mexicano dejó claro que no se casa con nadie ni le pesa lo que cuesta un futbolista, pero también da que pensar que siete incorporaciones no tuvieran sitio en la alineación titular.