Dani Rodríguez, cabizbajo en en primer plano mientras los jugadores del Granada celebran uno de sus goles contra el Mallorca. | Carlos Gil-Roig

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El Granada oposita oficialmente a ser la bestia negra del Real Mallorca. El conjunto andaluz, en blanco cuando empezó el fin de semana, ha vuelto a encontrar alivio en su careo contra el conjunto balear, al que parece tenerle tomada la medida. En los tres últimos enfrentamientos en Primera División el cuadro nazarí no solo ha sumado los nueve puntos que había en juego sobre la mesa. Además, ha aprovechado la ocasión para afilar los puñales y le ha endosado trece goles en 180 minutos.

El Mallorca subrayó en el Nuevo Los Cármenes su decepcionante inicio de temporada y su fragilidad defensiva. Incapaz de mantener su portería a cero en estas tres primeras jornadas, el cuadro de Javier Aguirre, despojado de Antonio Raíllo y con Gio González incrustado en el eje central, se descosió atrás y recibió tres goles en contra de un Granada que hasta el sábado tenía la vista nublada y el gatillo atascado. Los tantos de Miguel Rubio, Bryan Zaragoza y Myrto Uzuni (3-2) dejaron a los bermellones sin nada y acentuaron las dudas de estas semanas.

El Mallorca se reencontraba con el Granada después de que los andaluces regresaran a la máxima categoría. Pero hace dos cursos (2021-22), pasaron por encima de los isleños en los dos cruces del calendario. El partido de la primera vuelta goleaban gracias a un 'hat-trick' de Jorge Molina y otra diana de Antonio Puertas (4-1) y en las jornadas finales dinamitaban Son Moix con un resultado sonrojante coloreado por los tantos de Jorge Molina (2), Luis Suárez, Escudero, Puertas y Uzuni (2-6).

Más allá de sus problemas contra el Granada, el Mallorca ha perdido su principal seña de identidad: la seguridad defensiva. «No ha sido el comienzo que queríamos, nos ha pasado de todo, casi todo negativo y nos duele por nuestra gente», reconocía este domingo en Twitter el segundo entrenador del equipo, Toni Amor. «Ahora toca levantarse como siempre hizo este equipo, con mucho trabajo, autocrítica y el apoyo de nuestra afición que tanto nos ha dado siempre», añadía. El domingo, en Son Moix y contra el Athletic, tendrá una nueva oportunidad para hacer. Porque después vendrá un parón. Y con los bolsillos vacíos se puede hacer muy largo.